![]() |
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: The help |
SINOPSIS
Ambientada en el Mississippi de los años 60, Criadas y señoras (The help) está protagonizada por Emma Stone, que interpreta a Skeeter, una chica de la buena sociedad sureña que regresa de la universidad dispuesta a convertirse en escritora. Pero decide entrevistar a las mujeres negras que se han pasado la vida trabajando al servicio de las grandes familias sureñas. Esto sembrará una verdadera revolución en su círculo de amistades y en una pequeña localidad de Mississippi. Viola Davis interpreta a Aibileen, la criada y mejor amiga de Skeeter, que es la primera en sincerarse para escándalo de sus amigas de la cerrada comunidad negra. A pesar de que Skeeter corre el peligro de perder a sus antiguas amistades, ella y Aibileen siguen trabajando en el proyecto y logran que más mujeres se atrevan a contar sus historias. Porque lo más curioso es que tienen mucho que decir. A medida que avanza la historia se van desarrollando amistades insólitas y surge una nueva hermandad femenina. Pero antes, los habitantes de la ciudad también tendrán que decir algunas cosas al verse arrastrados de forma irremediable a un mundo que está a punto de cambiar para siempre.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
[Enrique Almaraz Luengo. Colaborador de Cinemanet]
Eugenia “Skeeter” Phelan es una joven periodista que regresa a la ciudad donde creció, Jackson (Mississippi) para poder ganarse la vida desempeñando su profesión. La oportunidad le llega en el periódico local, apenas una sección en la que contestar con trucos de limpieza o cocina. Sin embargo, la visión de un entorno hostil entre blancos y negros y la visión de las profundas diferencias sociales entre ambas razas, hacen que desee reflejar esa realidad. A pesar de las dificultades en cuanto a la colaboración de criadas negras en los testimonios, consigue que una de ellas, Abileen, se preste a ello. Lo que empieza como una osadía termina volviéndose, a causa del desarrollo de los acontecimientos a escala local y nacional, una avalancha de colaboraciones de ese colectivo. La editora de Skeeter, allá en Nueva York, puede estar satisfecha de su trabajo.
Basada en la novela homónima en su título original, The Help (“La ayuda”), escrita por Kathryn Stockett y merecedora de un amplio reconocimiento que la ha llevado a ser publicada en 35 países incluido el nuestro, la película se ha convertido en la revelación de la cartelera estadounidense, adonde llegó el pasado agosto, con un grandísimo éxito de taquilla. No es un dato a menospreciar, tratándose de un relato a la antigua usanza en ambientación y puesta en escena y no exento de una gran dureza, reflejo de una época, los 60, no demasiado alejada en el tiempo y que conviene tener presente para no repetir los mismos errores, ni parecidos siquiera. En el momento álgido de los enfrentamientos por los derechos sociales entre blancos y negros, la historia de la protagonista nos trae las visiones de un colectivo marginado por doquier, desde las casas donde sirven hasta el transporte y los establecimientos públicos.
La abnegada Abileen (Viola Davis), una mujer cariñosa y resignada que ha criado a diecisiete niños y vive en una profunda tristeza por la muerte de su hijo, es la primera que ayuda a Skeeter (Emma Stone). Después se le une Minny (Octavia Spencer), una mujer mordaz y sin pelos en la lengua, lo que se le vuelve muchas veces en contra. Son las abanderadas de un grupo que va creciendo inesperadamente y proporciona, sin nombres, quizá el mayor trabajo de investigación que la anónima Jackson haya conocido.
En la novela, el germen de tal labor periodística es Skeeter en la búsqueda de la mujer que la crió, algo que la película respeta pero en lo que no profundiza con la misma intensidad. Puede que sea la mayor diferencia en la adaptación de un medio a otro. Se han señalado como posibles trabas la calificación de “blanda” (algo sin fundamento, por lo comentado anteriormente: la sutileza no está reñida con el horror salvo, si acaso, en lo visual) o la condición regionalista, por tratar un tema tan concreto, en un tiempo y un espacio muy acotados y ajenos en ese contexto al público no norteamericano. Sería una gran lástima que una película tan bella y reflexiva a la par amena, pasara sin noticia por nuestros cines. Aunque solamente sea por hacer olvidar el reloj durante casi dos horas y media, algo que a día de hoy, de ayer y de siempre, es muy, muy complicado.
[decine21]
Un historia que debe ser contada
Sur de Estados Unidos, en la década de los 60, cuando arranca el movimiento de los derechos civiles. En Jackson, como en tantas otras localidades de la zona, se da una curiosa relación entre las señoras blancas y sus criadas negras: éstas se ocupan tanto de los hijos de las primeras, que son casi más madres de esas criaturas que ellas mismas; por otro lado, son tratadas con distancia y condescendencia, discriminadas en cuestiones tan absurdas como en el uso del cuarto de baño, que de ninguna manera pueden compartir. La joven Skeeter, recién licenciada en periodismo, vuelve a casa con idea de trabajar en un diario local, pero se encuentra con la desagradable sorpresa de que la mujer negra que la crió ha sido despedida por su madre; ésta y otras injusticias le proporcionan tema para su debut literario, un libro que recoja el testimonio de las afroamericanas pisoteadas; lo que no resulta tan sencillo es que ellas acepten colaborar en medio de una atmósfera donde se juegan no sólo su trabajo sino su integridad física.
La película sorpresa del año, escrita y dirigida por el desconocido Tate Taylor -como actor ha tenido papelitos, y dirigió otro largometraje de escasa repercusión, Pretty Ugly People-, que adapta una novela de Kathryn Stockett. Podría decirse que no es perfecta, que debería haberse pulido mejor, que la evolución de algún personaje es brusca, que más matices en otros habrían redondeado la historia… Aunque también podría uno exclamar, ¿y a quién rayos le importa? La realidad es que la trama funciona a la perfección en el nivel emocional, con unos magníficos personajes y un reparto inmejorable, con la carismática Sissy Spacek y los rostros que suenan de Bryce Dallas Howard, Allison Janney y Jessica Chastain, pero también con los menos conocidos y memorables Emma Stone, Viola Davis, Octavia Spenser…, maravillosos en sus composiciones.
Hay un algo en el film con el que el espectador conecta, como sucede en Magnolias de acero, Tomates verdes fritos o Paseando a miss Daisy. La película conmueve hasta las lágrimas, y también hace reír, hay un sano sentido del humor. Y todo tiene que ver, por supuesto, con la humanidad de la historia, los dilemas que se plantean, el sentido del bien y del mal perfectamente claro… más, vamos a decirlo claro, la naturalidad con que se trata la unión con Dios, pues si Aibeleen decide dar el paso adelante de colaborar con Skeeter en contar su historia es porque lo ha rezado, porque las palabras del sermón del pastor en su iglesia, a partir del evangelio, le animan a ello, y es que es verdad aquello de que la verdad libera. Son bonitas ideas como la imposibilidad de Aibeleen de contar su historia si no es a través de su oración escrita, lo hablado con Jesús le ayuda a abrirse luego. También está muy bien trazada la relación de Minny, otra criada negra, con su nueva ama, la apestada blanca Celia.
¡Debate esta película en nuestros foros!