Piratas del Caribe 3
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Dirección: Gore Verbinski. |
SINOPSIS
Lord Cutler Beckett, de la Compañía de las Indias Orientales, se ha hecho con el control del aterrador barco fantasma, el Holandés Errante, y de su malvado y vengativo capitán, Davy Jones. Ahora el Holandés surca imparable los siete mares, destruyendo sin piedad los barcos piratas a las órdenes del almirante Norrington. Will Turner, Elizabeth Swann y el capitán Barbossa se embarcan en una desesperada búsqueda para reunir a los Nueve Lores de la Corte de Brethren: su única esperanza de vencer a Beckett, al Holandés Errante y a su Armada. Pero uno de los lores ha desaparecido: el capitán Jack Sparrow, el mejor y el peor pirata de todos los tiempos.
CRÍTICAS
[Aviso al lector: esta crítica desvela momentos importantes de la película.]
Aquellos que no hayan encontrado ningún placer en las anteriores entregas ya lo saben: esta película no les va a gustar. Los que hemos visto la serie buscando simplemente entretenimiento con aventuras de fantasía, sabiendo que no había ninguna profundidad ni mensaje, podemos sin embargo encontrarnos algo más. Hay amor. Amor auténtico. Matrimonial, heterosexual, con ceremonia, más fuerte que todas las maldiciones, e incluso fecundo. Es políticamente muy incorrecto. Creo que el final redime toda la serie.
Vayamos por partes. Son tres horas de película. Hay acción sin cesar, confusa a menudo y bastante descerebrada. Los piratas -normales o mutados- tienen tendencia a perder dedos, brazos, ojos… de cualquier manera. Hay escenas de personajes con la boca atravesada por estacas, o tentáculos rompiéndole los ojos… Un niño de 7 años que conozco la vio y le encantó, sin espantarle lo más mínimo el tono oscuro y lóbrego de varios momentos. Su hermano de 12 se aburrió, la encontró larga. Yo no se la dejaría ver a la mayoría de menores de 9 años.
Como en las películas anteriores, los personajes cambian de barco y bando una docena de veces y nunca tenemos claras del todo sus motivaciones… excepto en algunos casos destacables.
El principal es el de Will Turner: lo tiene claro, quiere liberar a su padre, tripulante maldito en El Holandés Errante del tentacular capitán Davy Jones. Este malvado tiene otro objetivo claro: recuperar su corazón, actualmente en manos de la malvada Compañía de las Indias Occidentales, que merced a su control de la palpitante víscera tiene como rehen a Jones, su tripulación maldita y su invencible barco.
La otra motivación clara que hay es la de los piratas en general: quieren sobrevivir, y la Compañía ayudada por Davy Jones les está exterminando.
Más allá de esto, los personajes se mueven de forma caótica, aparecen sin mucho sentido y desaparecen sin que a nadie le apene.
Como El retorno del Jedi
La película se inicia exactamente igual que El retorno del Jedi: Elizabeth Leia y Barbossa Waldo se cuelan en una cueva pirata (como la de Jabba el Hutt) donde está prisionero Will Turner (en una pose similar a Han Solo). A Elizabeth incluso le aligeran de ropa como a Leia. Por supuesto, este prólogo acaba con grandes explosiones mientras los héroes huyen como pueden.
La siguiente parte de la película es absurda como guión pero muy sugestiva en sus imágenes: un auténtico descenso a los infiernos,… el viaje mágico más allá del mundo a la dimensión de bolsillo donde está desterrado Jack Sparrow. Se llega allí cayendo por el borde del mundo. Y se vuelve de allí haciendo volcar tu barco cuando el sol pasa de estar "sobre el mar" a estar "bajo el mar". Delirante, pero magnífico: huele a sal y magia caribe entre planos de la existencia.
Allí veremos escenas memorables: cientos de Jacks (que si ha enloquecido no se nota demasiado con respecto al estado previo), un barco que avanza por un desierto de sal llevado por miles de cangrejos-piedra, una nave flotando entre las estrellas, un mar nocturno salpicado de barcas con luces amarillas y almas de los muertos.
Pero las imágenes, aunque aportan lírica, no dan paso a la épica sin guión… y aquí falta guión. Es interesante que aparezcan los 9 capitanes piratas, con su Código (y la Ley y el Código deben cumplirse…¡los piratas son scouts!). Pero como al final no combaten, sólo aportan colorido multicultural.
Es impactante ver aparecer la gran flota de la Compañía de las Indias… pero sólo está para decorar. Es sugerente que en el cuerpo de una mujer esté escondida la diosa Calypso, antigua amada del capitán maldito Davy Jones… pero ni su historia de amor ni su liberación tremenda conducen a ningún sitio.
Con Jack medio loco y delirante y Will con objetivo fijo y rutinario, Elisabeth es la protagonista. Ya no es la damisela que hay que rescatar: lucha, gobierna, es designada capitana de un barco…¡y hasta Reina de los piratas! Muy hermosa en toda la película, magníficos sus trajes, hará un discurso absurdo y olvidable a los piratas, del que sólo recordaremos la belleza de ella, su pelo al viento, su gesto furioso y la música impactante del gran Hans Zimmer que es lo que da consistencia a todo el film.
Lo mejor viene al final
Y al final viene lo mejor: la Perla Negra y El Holandés Errante lucharán cañoneándose en torno a un terrible maelstrom. No pude evitar recordar el duelo final en la tormenta entre El Corsario Negro y el duque de Wan Guld, en el clímax de la saga de Salgari, algo que sólo se ha expresado en libro, aún nunca en película. Habrá abordaje y duelos a espada en la arboladura; los mástiles de ambos navíos se trabarán en un lazo mortal.
Y ahí en medio llega lo mejor. "Elizabeth, cásate conmigo ahora", le dice Will entre espadazos y ráfagas huracanadas. "Capitán Barbossa, casadnos", pide ella. "Hermanos, estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a este hombre y esta mujer", grita él desde el castillo de popa. "Yo, Elizabeth te acepto como legítimo esposo, en la salud y la enfermedad…" Silvan los disparos, se cruzan los aceros, cruje la madera y el velamen, pero nada impide el matrimonio.
En una época en que el miedo al futuro impide a millones dar el salto a ser "legítimos esposos" y se contentan con "estar juntos", esta escena me emocionó. Es la declaración de matrimonio y boda auténtica más espectacular que he visto en el cine. Un hombre y una mujer, algún testigo, indisolubilidad, proclamación pública: matrimonio.
"¿Y si después de casarme mi pareja quedara paralítica para toda la vida? ¿Tengo que seguir con él?" se espantan hoy millones de jóvenes incapaces de comprometerse. Piratas del Caribe 3 aborda este tema, porque Will Turner, recién casado va a quedar maldito: tras la victoria sobre el mal, tras la recuperación de su relación con su padre (al que libera) sólo podrá compartir un día de amor con su esposa. Tratado con hermosura y esquisitez, este día expresa madurez y serenidad. Después, la maldición le llevará fuera diez años, como bien saben. Por cada diez años de maldición, tendrá un día con su esposa.
Los espectadores que resistan 10 minutos de títulos de crédito verán una escena sorpresa al final: la esposa ha esperado, el amor fructificó en un niño de diez años, y el padre vuelve con el rayo verde. Sí, el amor y el matrimonio es más fuerte que las maldiciones; la fidelidad puede con la separación. Miles de matrimonios de marineros lo han vivido así.
Pablo Ginés [ForumLibertas]