Película que encanta a los críos y divierte a los mayores. Gustará al público infantil al que va destinada, y resulta positiva en su elogio idealista del afán de superación —”Ningún sueño es demasiado grande, ni ningún soñador, demasiado pequeño”— y del trabajo en equipo. Es muy fresca, entretenida y vibrante en las secuencias de acción automovilística.
![]() |
ESTRENO Título Original: Turbo. |
SINOPSIS
Comedia de aventuras a toda pastilla sobre un caracol, considerado un perdedor, que milagrosamente adquiere el poder de la super-velocidad. Pero tras hacerse amigo de una peculiar pandilla de caracoles callejeros tuneados y obsesionados con la velocidad, Turbo aprenderá que nadie llega a tener éxito por si solo. Así que coloca su corazón y su concha en la línea de salida dispuesto a ayudar a sus colegas a lograr sus sueños, antes de intentar alcanzar su sueño imposible: ganar las 500 millas de Indianápolis.
¡Debate esta película en nuestros foros!
CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín – COPE]
Teo es un inconformista caracol de jardín, hastiado de su penoso trabajo ecológico-agrícola y apasionado por las carreras de coches, que ve en un televisor. Su sueño es convertirse en el caracol más rápido del mundo. Tras sufrir un extraño accidente —durante el que atraviesa un depósito de nitrometano—, Teo adquiere el mágico poder de la súper-velocidad, se cambia el nombre por el de Turbo y se lanza en busca de aventuras. Primero se hace amigo de una singular pandilla de caracoles callejeros tuneados y obsesionados con la velocidad. Allí Turbo aprende que nadie triunfa por sí solo y que necesitará un buen equipo para competir en las 500 Millas de Indianápolis.
El estadounidense David Soren debuta como director de largometrajes con esta superproducción de DreamWorks Animation, a medio camino entre la actualización de la fábula de Esopo La liebre y la tortuga, la imitación de Bichos y Cars 1 y 2, de Pixar, y la parodia de la saga de acción Fast & Furious. Como siempre en DreamWorks, los diseños de personajes son sugerentes, la animación es de alta calidad, las escenas de carreras son espectaculares y la trama resulta entretenida y a ratos, divertida, con unos cuantos pasajes y temas musicales que confirman el creciente interés de Hollywood por ganarse al público hispano. Pero, también como siempre, el guion es demasiado episódico —avanza a golpe de gags cómicos— y superficial en sus perfiles dramáticos, con el agravante esta vez de que muchos pasajes resultan imitativos, previsibles y/o rutinarios. De todas formas, la película gustará al público infantil al que va destinada, y resulta positiva en su elogio idealista del afán de superación —”Ningún sueño es demasiado grande, ni ningún soñador, demasiado pequeño”— y del trabajo en equipo.
[Ramón Ramos – Colaborador de CinemaNet]
Tengo un caracol de carreras
Tras la exitosa aventura prehistórica de Los Croods el pasado mes de marzo, la factoría Dreamworks vuelve a las pantallas con una nueva película de animación titulada Turbo. El argumento versa sobre un caracol de jardín que debido a un accidente adquiere superpoderes, como si de un bólido de carreras se tratara, lo cual le lleva a cumplir su sueño dorado: competir en las 500 millas de Indianápolis, cometido que consigue llevar a cabo con la ayuda de un chico mexicano.
La trama de un caracol con vocación de piloto de carreras suena tan delirante como la de una rata que quiere ser cocinero, tal como ocurría en Ratatouille, esa joya del Séptimo Arte perpetrada por Pixar. Sin embargo el trazado de personajes en el presente film es algo más superficial, y el desarrollo narrativo más convencional, por lo que a pesar de que el punto de partida se antoje muy original, y se consiga dar un grado de verosimilitud bastante aceptable a la disparatada propuesta, el resultado final es el de mero entretenimiento, eso sí, de primera línea, sin llegar a las cotas cinematográficas alcanzadas por Ratatouille.
Parece que últimamente las carreras de coches son fuente de inspiración para los animadores. Como muestra tenemos las dos entregas de Cars y el videojuego automovilístico en que se centraba la acción de ¡Rompe Ralph!, en la que curiosamente el villano es tocayo de este caracol fugaz que ahora nos ocupa. Turbo es una película que encanta a los críos y divierte a los mayores. Es muy fresca, entretenida y vibrante en las secuencias de acción automovilística. Supone un prometedor debut para el director canadiense David Soren en el largometraje de animación. Anteriormente había dirigido dos cortos animados basados en la saga Madagascar.
Finalmente se puede concluir con que resulta un cocktail de referencias que van desde el cine de superhéroes al de competiciones deportivas con la clásica historia de fondo sobre un soñador incomprendido que acaba cumpliendo su sueño contra viento y marea.
¡Debate esta película en nuestros foros!