Sinopsis
Miguel es un joven con el sueño de convertirse en leyenda de la música a pesar de la prohibición de su familia. Su pasión le llevará a adentrarse en la "Tierra de los Muertos" para conocer su verdadero legado familiar.
Crítica
Una conmovedora historia sobre la familia y la muerte
Con Coco, Pixar lo ha vuelto a conseguir. Le ha costado, pero ha vuelto por todo lo alto. Lo sé, puede que estas palabras hagan inútil el resto de la crítica, pero es algo que quiero que quede claro desde el principio. Dicho esto, vayamos a por la película.
Corrían tiempos amargos para la productora que en su día gobernara las taquillas con las mejores películas de animación, llevaba unos años sacando secuelas indignas de sus predecesoras (Buscando a Dory o Cars 3) o productos que distaban de sus anteriores cánones de calidad (El viaje de Arlo). Parecía que no volvería a haber filmes de la calidad de Up o secuelas satisfactorias como las de Toy Story.
Por otro lado, su dueña y al mismo tiempo principal competidora, Disney, lleva unos cuantos años lanzando productos de la calidad de Zootrópolis o Vaiana, que si bien carecen del “appeal” universal del Pixar de hace unos años, tienen una propuesta mucho más inteligente y sofisticada que cualquier otra película de animación en la cartelera.
Y así, cuando parecía que Disney iba a ser la nueva dueña de la animación de calidad, Pixar ha decidido reclamar el trono con Coco.
La premisa de la película es casi tan original como el escenario en que transcurre, y es que nos llevara a un pequeño pueblo del México de nuestros días, en el que la magia y nuestro mundo se entremezclan con una sencillez tan emotiva que devuelve a Pixar a cotas de calidad dignas de Up o Monstruos S.A.. Universos en los que nuestro mundo se ve bañado por otros tan mágicos que son capaces de dejar sin aliento.
En medio de este ejercicio de imaginación, el argumento que mueve la trama puede parecer demasiado arquetípico, como si se limitara a repetir la premisa que cientos de películas infantiles ya han exprimido hasta la saciedad. Pese a todo, la cinta no deja de sentirse fresca, y aunque algunos de sus giros se vean venir a kilómetros, ¿quién ve una película de Pixar por ellos?
Un punto polémico que ha rodeado al lanzamiento de Coco en nuestro país ha sido el doblaje, ya que al transcurrir la película en México, se decidió utilizar el doblaje latinoamericano. Aunque la decisión parece totalmente coherente, bastan dos minutos en internet para desenterrar la longeva guerras de doblajes que hay entre las versiones latinas y las castellanas, y será algo que enfrentara a las audiencias y que desgraciadamente distraerá del increíble producto que es la cinta.
Si tenéis alguna duda, os animo a desempolvar vuestros VHS y ver vuestros clásicos favoritos. Os sorprendería la de películas traducidas a una versión neutra que ni siquiera recordáis.
Personalmente considero que ha sido la decisión acertada. De hecho, considero que es una decisión tan extremadamente buena que me cuesta imaginarme como es la versión original en inglés. La música de Centroamérica brilla en todo su esplendor en nuestra lengua, y los personajes alcanzan toda su expresividad con el español latino. Es un homenaje a una cultura muy hermosa e injustamente olvidada, y haber optado por esta traducción es una elección que eleva su expresividad artística.
Realmente, se puede decir poco de la película sin destripar su historia, y es que aunque el argumento es sencillo, sabe cómo mantener la atención del espectador a base de personajes interesantes y de un trasfondo sorprendentemente empático, así que si esta Navidad has de ver alguna película con los más pequeños pero tú también quieres disfrutar, Coco es sin duda la elección adecuada.
(A partir de aquí entramos a analizar la trama de la película, con lo que habrá spoilers)
¿Quién ha olvidado esos primeros minutos de Up? ¿O el oscuro clímax de Inside Out? Son de esas escenas que ya son historia del cine, y a las que personalmente me gusta bautizar como «momentos Pixar». De hecho, si las últimas cintas de la productora no han sido tan recordadas ha sido justamente por la falta de los mismos. Y por eso Coco devuelve a Pixar al Olimpo de la animación.
Si uno mira fríamente el argumento, descubre que no habla de otra cosa que de un niño que se adentra en el mundo de los muertos en busca del alma de su abuelo. La premisa inicial de perseguir tus sueños, que personalmente considero que se hizo mejor en Vaiana, queda rápidamente eclipsada por una cuestión mayor: la muerte.
¿Cuántas películas para niños afrontan un tema tan delicado como éste? Y, sin embargo, ¿cuántos niños no han perdido al menos a un abuelo o a un ser querido? ¿Debería el cine concienciar a los más pequeños sobre un tema tan importante? Casi parece que hay un artículo escribiéndose solo, así que de momento vamos a seguir hablando de Coco.
La película incluye una mecánica curiosa, y es que los muertos pueden morir si no se les recuerda. Considero que es una hermosa metáfora sobre el papel que juegan nuestras acciones cuando nos toca abandonar este mundo. ¿Qué perece? ¿Qué nos mantiene vivos en la memoria de nuestros seres queridos? Miguel descubre que es muy fácil olvidar algo tan sencillo como el amor o la familia en pos de una causa egoísta, pero que, llegada la hora de la verdad, son estas muestras de cariño tan cotidianas las que más importan.
De hecho esta reflexión queda perfectamente reflejada en el villano, el famoso músico Ernesto de la Cruz, que a lo largo de la película es la clase persona en la que Miguel espera convertirse algún día, mientras que al terminar descubre que toda la vanidad y la fama no llenarán el vacío que implica vivir una vida en soledad y sin amor.
Y, como el final me ha quedado un poco lúgubre, escuchemos un poco de Alestorm para terminar en positivo.
Después de lanzar un par de films que no mostraron excesivas originalidades, la nueva película de Disney Pixar ha obtenido un gran éxito de crítica y público. Éxito más que merecido porque nos encontramos ante una obra magnífica. Coco cuenta la historia de Miguel, un niño mexicano de 12 años que vive en su pueblo con su peculiar familia.
Enamorado de la música, toca la guitarra a escondidas en un altillo porque hay en su familia una historia escondida que lleva a los mayores a rechazar cualquier atisbo musical. Creen que su tatarabuelo abandono a la familia por la música. Su talento tiene que ser vivido a escondidas. Siente una profunda admiración por el fallecido intérprete Ernesto de la Cruz, del que guarda en secreto películas, fotografías y grabaciones a las que él rinde culto con flores y velas.
El popular Día de los Muertos, Miguel escapa de su casa y se dirige a escondidas al mausoleo de De la Cruz para robar su guitarra. Allí queda atrapado en el mundo de los muertos con su fiel amigo Dante, un perro callejero, torpe y fiel. En ese viaje al divertido mundo de los difuntos descubrirá a sus antepasados y entenderá su historia y la de su familia, que es mucho mejor de lo que él piensa.
Estamos ante una película excelente; desde el original inicio, en el que una voz en off va situándonos en la historia mientras vemos las banderitas de papel picado para el día de los muertos, hasta su emotivo y vibrante final, Coco deja embelesado al espectador durante todo su metraje.
Y es que Coco tiene de todo: una historia contada con una agilidad formidable, un acercamiento cultural muy respetuoso al mundo de la muerte en México, una música maravillosa, unos personajes estupendos (extraordinario el perro Dante) y un trasfondo serio que la dota de profundidad y la abre a la trascendencia.
A lo largo del film vamos aprendiendo muchas lecciones pero tal vez una sea la más importante: el amor a la familia es un valor tan extraordinario que nos trasciende. Y en la familia el respeto a los ancianos es un valor absolutamente necesario (no en vano el título de la película es el nombre de la bisabuela). Además nuestros difuntos siguen formando parte del entramado familiar y su influencia es notable en nuestra vida. Por eso hay que recordarles y hacerlos presentes…porque les debemos mucho.
En este sentido, hay toda una intuición espiritual: la muerte no es el final ni tan siquiera un fracaso (el mundo de los esqueletos es un mundo festivo y alegre), sólo mata el olvido. Y el olvido de los muertos afecta a los mismos vivos que ven cómo el sentido de sus vidas se va apagando mortecinamente. No es de extrañar que la canción redentora sea Recuérdame. El recuerdo y el respeto a nuestros difuntos nos hacen mejores personas, nos hace amar más y ésa es la mejor música.
La factura técnica de Coco es impecable, la textura y caracterización de los personajes es una auténtica maravilla. Da la sensación de que este nuevo film de Disney Pixar es una filigrana que busca lo imposible, el “más difícil todavía”. Es también un acierto que la película esté doblada en español de México (destaca Gael García Bernal doblando a Héctor).
Ideal para ver en familia, Coco es, pues, una auténtica joya; divierte, emociona, hacer reír, educa, conmueve y toca el corazón. Y es que tal vez Coco sea una obra maestra.
(Un apunte final – Una reflexión sobre el Cielo y la vida eterna)
Desde el portal católico Religión en Libertad comentan que a ciertos críticos no les ha convencido la película porque en ella, dicen, se excluye explícitamente la vida eterna, una vida feliz con Dios para siempre.
Según el artículo, en Coco «los muertos viven una especie de “segunda vida” en su mundo paralelo sólo durante unos años, quizá siglos, mientras quede alguien en el mundo de los vivos que recuerde al difunto. Cuando ya no queda nadie, el difunto desaparece completamente. No hay Cielo, solo un perdurar temporal que depende de la fama: la falta de fama asegura la desaparición total»
Creemos que conviene destacarlo sobre todo como invitación a hablar del tema con los más pequeños y debatirlo a raíz de una película, por otro lado, llena de virtudes.
Ficha técnica

- Título Original: Coco
- Dirección: Lee Unkrich, Adrián Molina
- Guión: Adrián Molina, Matthew Aldrich (Historia original: Lee Unkrich, Jason Katz, Matthew Aldrich, Adrián Molina)
- País: EEUU
- Año: 2017
- Duración: 109 min.
- Género: Comedia, fantasía
- Interpretación: (Animación)
- Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures
- Música: Michael Giacchino
- Fotografía: (Animación) Matt Aspbury, Danielle Feinberg
- Estreno en España: 1 de diciembre 2017