Sinopsis
En la pequeña localidad de Centerville, los muertos vuelven a la vida y un variopinto grupo de personajes tendrá que hacerles frente.
Crítica
Otro viaje a Zombieland
Los muertos no mueren está escrita y dirigida por Jim Jarmusch, conocido recientemente por películas tan especiales como Sólo los amantes sobreviven (2013) y Paterson (2016), ambas obras maestras del cine contemporáneo. Su estilo pausado, reflexivo y onírico parecía encajar interesantísimamente con una parodia moderna del cine de zombis.
Sin embargo, si bien el filme tiene un reparto estelar y la especial marca Jarmusch, Los muertos no mueren se queda a medias tintas y acaba lejos de ser una obra coherente y completa, como sí lo eran las anteriores del director. Una propuesta aparentemente interesante pero, a últimas, una decepción que no aporta nada nuevo.
La historia se sitúa en Centerville, un pequeño pueblo de Estados Unidos habitado por personajes estrambóticos atrapados en sus vidas aburridas y poco estimulantes. Cuando una plaga misteriosa empieza a extenderse por el pueblo, infectando a algunos de los habitantes y creando una horda de zombis hambrientos, los últimos supervivientes tendrán que ponerse las pilas y enfrentarse a ellos… o no.
Como en toda película moderna de zombis, la premisa es lo menos importante del conjunto. La clave en un film como éste es la ejecución; cómo el film pone patas arriba los tópicos del género y/o los reinventa. En el caso de Los muertos no mueren, Jarmusch intenta ser subversivo a base de sketches y momentos cómicos que pretenden arrancar una risa de desconcierto al espectador, pero que no lo consiguen. Los sketches están demasiado aislados, no son suficientemente potentes y se repiten hasta agotar.
El resultado duele bastante porque Jim Jarmusch es un gran director (o eso creíamos hasta ahora). El film tiene colores, planos y escenas muy interesantes. Su tono humorístico estático y el uso de personajes que reaccionan de manera inexpresiva a los elementos surrealistas que los envuelven podría haber funcionado. Pero, en última instancia, no añade nada especial.
Jarmusch juega con los tópicos del cine de zombis para reírse, entre otras cosas, de la típica moraleja de que “los zombis representan la sociedad costumbrista y consumista actual”, pero lo hace de una manera muy poco ácida e inspirada. El film parece una parodia de zombis de los años 2000, como si Jarmusch no hubiera visto ninguna película de este tipo y se pensara que es la primera persona en reírse del género. Finalmente, el film desaprovecha un plantel de actores excepcionales sin aportar nada.
Y es que el film, en conjunto, parece más interesado en contar algo sobre sobre Hollywood y el mundo del fandom (y específicamente, el poder de atracción que tienen algunos actores y el género de zombis) que no una historia bien estructurada. Y, de hecho, ni lo primero lo hace bien. Su mensaje queda diluido en una mezcla de intenciones que no quedan claras, y la reflexión final resulta floja y para nada innovadora.
El estilo reflexivo y lento de Jarmusch funciona mejor en sus películas más realistas, como Paterson, porque tratan de personajes identificables, viviendo vidas lentas y mundanas, que se encuentran con situaciones relacionables que les obligan a tomar una visión introspectiva de su vida. Pero con Solo los amantes sobreviven demostró que también puede funcionar con el cine de género: en aquella película, Jarmusch cogió dos vampiros (excelentes Tilda Swinton y Tom Hiddleston) y los lanzó en un viaje reflexivo para hablar sobre la condición humana y el valor de tener una vida finita.
La película tenía escenas y planos de calidad visual apabullante, y unas interpretaciones verdaderamente inspiradas que elevaban el mensaje principal de la película, mucho más cohesivo y coherente. Sin embargo, Los muertos no mueren no tiene ningún tipo de foco temático claramente identificable; Jarmusch mezcla varios temas, ideas y elementos paródicos pero el mensaje final queda diluido. Ni siquiera gigantes como Bill Murray, Adam Driver o Tilda Swinton consiguen imbuir la película de algún tipo de interés.
En definitiva, una gran decepción que no gustará ni a los interesados en el género de zombis ni a los fans del director. El hecho de que tal película fuera seleccionada para inaugurar el Festival de Cannes el pasado mes de mayo es la verdadera moraleja: quizás los zombis son los programadores del Festival, que se piensan que pueden seleccionar cualquier película con un gran nombre detrás, y el mismo Jarmusch, que piensa que se la puede colar a quien quiera. Pues no.
Ficha técnica

- Título Original: The Dead Don't Die
- Dirección: Jim Jarmusch
- Guión: Jim Jarmusch
- País: EEUU
- Año: 2019
- Duración: 103 min.
- Género: Comedia, terror
- Interpretación: Bill Murray, Adam Driver, Tilda Swinton, Chloë Sevigny, Steve Buscemi, Danny Glover, Caleb Landry Jones, Rosie Pérez, Iggy Pop, Sarah Driver, RZA, Selena Gomez
- Productora: Animal Kingdom
- Música: --
- Fotografía: Frederick Elmes
- Estreno en España: 28 de junio 2019