Sinopsis
Héctor es un chico de 17 años, interno en un centro de menores. Insociable y poco comunicativo, apenas se relaciona con nadie hasta que se anima a participar en una terapia de reinserción con perros. En ella establece un vínculo indisoluble con un perro, al que llama Oveja. Cuando, un día, el perro es adoptado, Héctor se muestra incapaz de aceptarlo. A pesar de que le quedan menos de dos meses para cumplir su internamiento, decide escaparse para ir a buscarlo con la ayuda de su hermano Ismael.
Crítica
Hijos pródigos
La parábola del Hijo Pródigo gira alrededor de dos hermanos: el menor, un rebelde, marcha a dilapidar el dinero de su herencia, mientras el mayor se queda en casa, secretamente envidiando al primero. Cuando Jesucristo explica esta historia a sus discípulos, queda claro que ambos hermanos guardan dentro de sí una profunda herida, y que ambos -a pesar de la diferencia superficial- están necesitados de la misma misericordia y perdón por parte del Padre.
Diecisiete -la quinta película de Daniel Sánchez Arévalo, recientemente estrenada en Netflix– no es ni mucho menos cine religioso, pero vibra en torno a esta misma tensión. Los protagonistas son -de nuevo- dos hermanos, aquí huérfanos: Héctor e Ismael. El primero tiene 17 años y lleva meses internado en un centro de menores por su largo historial de delitos y hurtos.
Es un chico poco sociable -aunque no es explícito en el film, Sánchez Arévalo ha explicado en entrevistas que Héctor sufre algún grado de síndrome de Asperger-, que no se relaciona con nadie. Un día participa en una terapia de reinserción con perros y establece un vínculo fortísimo con uno de los animales, bautizado como Oveja. Cuando se entera de que una familia lo ha adoptado, se escapa del centro para buscarlo.
Una vez fuera, se reunirá con su abuela -casi muda, y enferma terminal- y con su hermano mayor, Ismael, que ha pasado la vida haciendo de padre. Juntos, los tres emprenderán un viaje en busca del perro perdido, dando comienzo a una road movie profundamente tierna, divertida y emocionante.
Con Diecisiete, Sánchez Arévalo abandona el abigarramiento narrativo de anteriores películas y construye una historia clara y directa: se trata de una obra sobre la relación entre dos hermanos que comienzan muy lejos el uno del otro. Su distancia está hecha de reproches mutuos. Del hartazgo de Ismael con el comportamiento delictivo de Héctor. Del rencor de Héctor porque fue Ismael quien lo llevó a entrar en el centro de menores.
El viaje físico que emprenden es -como no podía ser de otra manera- también un viaje interior, emocional. Diecisiete es un juego de trasvases, una historia sobre cómo dos personas alejadas se van acercando, van mimetizando y comprendiendo, van aprendiendo el uno del otro. Es una película sobre el amor mutuo y el perdón, sobre cómo la necesidad del otro está por encima del orgullo propio herido.
Como en la parábola del hijo pródigo, ambos personajes necesitan redención. No es una historia de blancos y negros, sino de matices: ni Héctor es el delincuente frío que aparenta ni Ismael es el hombre maduro y responsable que quiere aparentar. Solamente al abrazar con humildad sus propias carencias logran construir y salir adelante.
Todo esto se acompaña de unas interpretaciones entrañables por parte de Biel Montoro y Nacho Sánchez, de esas que te hacen entrar en los personajes y te dejan con ganas de conocerlos más. Personalmente me quedo con la vulnerabilidad que muestra Sánchez, ese estar hecho un lío y querer lo mejor, pero no saber cómo. Hay en su personaje -por cierto- un detalle sobre la paternidad y a favor de la vida, sobre aceptar un embarazo sobrevenido con responsabilidad y amor.
La banda sonora -punteada por los arpegios melancólicos de la guitarra de Ismael- y la fotografía -magníficos los paisajes de la Cantabria rural- terminan de redondear una tragicomedia a la vez profunda y entretenida. Una parábola cercana de hijos pródigos que encuentran redención en el amor de hermanos, venciendo el orgullo y el rencor.
Ficha técnica
- Título Original: Diecisiete
- Dirección: Daniel Sánchez Arévalo
- Guión: Daniel Sánchez Arévalo
- País: España
- Año: 2019
- Duración: 100 min.
- Género: Drama familiar
- Interpretación: Biel Montoro, Nacho Sánchez, Lola Cordón, Iñigo Aranburu, Itsaso Arana
- Productora: Atípica Films. Distribuida por Netflix
- Música: Julio de la Rosa
- Fotografía: Sergi Vilanova
- Estreno en España: 18 de octubre 2019