Sinopsis
Lilli y Aníbal, dos veteranos "sin techo", duermen en el barrio de Milán de Bicocca, cerca de la estación Greco-Pirelli. La víspera de Navidad, Lilli y Aníbal encuentran a un bebé en un gran basurero. Es niño y parece sano, pero deciden llevarlo al hospital infantil más cercano. Allí son testigos de algo extraordinario: ni los doctores ni las enfermeras logran ver al niño.
Crítica
Bajado del cielo
Una noche, en Milán ‒en realidad podría ser una ciudad cualquiera del mundo‒ Lili y Aníbal, una pareja de “sin techo”, encuentra un bebé en un container de la basura. Ante la lógica sorpresa de los dos, deciden llevarlo al hospital cuyo nombre estaba escrito en la manta que cubría al niño. Pero su sorpresa es mayúscula cuando los que le atienden no ven a ningún bebé envuelto en una manta, en brazos de Lili, donde se supone que está.
Al principio, los dos piensan que se han vuelto locos, pero poco a poco, se dan cuenta de que, efectivamente, el niño está, pero no todo el mundo puede verlo. ¿Cuál es el motivo de que unos lo vean y otros no? La noticia del “niño invisible” corre por todo el mundo y empiezan a formarse colas y grandes aglomeraciones para ver este “milagro”.
Giovanni Bedeschi dirige esta su ópera prima, una fábula que recuerda mucho la bondad de la persona que tan bien sabía dibujar Frank Capra y su realismo mágico; aunque no podemos olvidar el neorrealismo de su compatriota, Vittorio de Sica, y sus obras como Ladrón de bicicletas o Milagro en Milán. De esta, Bedeschi toma especialmente la representación de la pobreza de los “sin techo”, rodeado de un mundo que, egoístamente, hace la vista gorda para no ver la realidad.
Pan del cielo (“pan bajado del cielo”, sería la traducción literal) es una película que conmueve porque, entre otras cosas, sabe ponerte ante tus ojos la triste verdad de la pobreza de las grandes ciudades. Y, aunque la reiteración de imágenes sobre este hecho se hace un poco pesado ‒defecto de un director novel, posiblemente‒, lleva a la reflexión del espectador. Es lo que se busca. Una reflexión sobre las cosas que realmente importan, sobre la fe y la capacidad de ver lo invisible, en medio de las cosas más visibles y materiales.
A pesar de todo, no es una película que pretenda moralizar a nadie: ni los pobres son los buenos; ni los ricos, los malos. Aquí no hay maniqueísmo que valga: la bondad y la maldad de la persona depende del corazón de cada uno, de su capacidad de amar. Por eso, en Pan del cielo están los pobres que no pueden ver al niño, y también los ricos que sí lo ven. Y están los que piensan que deberían verlo porque creen en Dios, y los que no creen pero que, en el fondo, querrían creer.
En el plano técnico, son encomiables las interpretaciones, tanto de Donatella Bartoli (Lili) y Sergio Leone (Aníbal), pero, por defecto de guion, están poco aprovechados sus personajes: se podría haber profundizado un poco más y mejor en las pasadas historias personales de cada uno; simplemente se dan unas pinceladas. Por otro lado, algunos momentos, como el de la monja, se sale del guion mágico-realista, por ser demasiado sobrenatural.
Pan del cielo es, pues, una película que funciona como fábula, interesante y conmovedora, pero, cinematográficamente, pienso que no ha sabido aprovechar todo el potencial que tiene una historia como esta. Ahora bien: gustará a los que quieran imaginar y preguntarse: “En esta situación, ¿yo vería al niño?”.
Puedes ver la película Pan del cielo a través de este enlace
Ficha técnica

- Título Original: Pane dal Cielo
- Dirección: Giovanni Bedeschi
- Guión: Franco Dipietro (Idea: Sergio Rodriguez)
- País: Italia
- Año: 2018
- Duración: 100 min.
- Género: Drama
- Interpretación: Donatella Bartoli, Sergio Leone, Paola Pitagora, Alberto Torquati, Giacomo Valdameri, Mateo Çili
- Productora: Bedeschi Film
- Música: --
- Fotografía: --
- Estreno en España: 11 de junio 2020