Sinopsis
A través de su dolor compartido y conexión con la música, una niña huérfana se une a su tío violinista exitoso y emocionalmente distante.
Crítica
“EL VIOLÍN DE MI PADRE” (UNA OPINIÓN…QUIZÁS INESPERADA)
Parece ser que esta película turca encabeza el ranking de títulos internacionales de Netflix. En sólo dos semanas, este drama sobre la familia y la música superó 12,4 millones de horas de visualización. Si, «El violín de mi padre», de Andaç Haznedaroglu, es la número uno en la lista de películas internacionales de Netflix. O sea, película universalmente favorita.
No teman. Ni voy a contar a fondo el argumento, ni voy a detenerme en la valoración cinematográfica, ni siquiera en los valores propios de la persona -como solemos destacar en Cinemanet-. Sin embargo, algo de todo saldrá, aunque el tema esta vez es esta pregunta “inesperada” ¿Quién es el protagonista de esta peli?
Se nos habla de dos hermanos violinistas -el brillante y virtuoso Mehmet-, y de Ali Riza -enfermo de muerte-que toca el violín por las calles de Estambul con sus amigos y casi familia, que son simpáticos, bohemios y algo desharrapados. El foco de atención nos lo va a dar Özlem, la hijita pelirroja de Ali Riza, cuyo desparpajo se ve en todo; capaz de bailar y ordenar a los turistas que aplaudan y den dinero; sabe enfrentarse con sus tíos ricos; espabilada para defenderse ante los seguros sociales; y también capaz, con una madurez inaudita, de tocar el violín sobre la tumba recién cavada de su querido padre, del que entre muchos sentimientos recuerda este sabio mensaje: “Todo el mundo es una melodía. Sólo tienes que saber cómo escucharla”.
La película está basada en una obra de teatro, quizás, por esta razón, nos sorprenden gratamente actuaciones teatreras, incluso irreales, de las que uno sale a gusto, porque de “poetas y locos todos tenemos poco”, y porque amar y ser amado a nadie defrauda. El telón de fondo de este metraje es la ciudad de Estambul, tan excéntrica, tan típica, con sus desigualdades sociales…casi se “huele” a Kebab y se respira la salinidad del Bósforo.
Pues tras todo esto…sugiero que la protagonista de esta película es la música. He tenido no sé si la audacia y la paciencia o ambas, de investigar un poco sobre esa banda sonora y las melodías adicionales; a ver qué os parecen. No me he detenido a qué planos o escenas corresponden, simplemente me he interesado por la increíble variación musical que suman tanta belleza y tantos contrastes.
La primera es una canción turca, Goca Dunya, de Orhan Genceba (1944-). Este compositor es descendiente de tártaros de Crimea y en 1998 fue nombrado Artista Estatal de Turquía; Özlem baila esta canción interpretada por su padre y sus amigos en una plaza. Escuchamos Altın Gün una banda neerlandesa, fundada por el bajista Jasper Verhulst y compuesta por músicos que hacen una reinterpretación del folclore turco y del rock anatolio. Todos podemos tararear las famosas Csàrdas de Monti, música folclórica húngara escrita en 1904 que, aunque solo duran cuatro minutos y medio se han popularizado durante todo un siglo. Probablemente la mayoría no conozcáis la canción cubana Arabaya Tas Koydum lanzada en el 2020. También escuchamos a Tini Mini Hanim- Anonim -canción infantil turca “mi querida damita”-. Hay también dos canciones de Tatyos Efendi (1858-1913), que fue un famoso compositor de música clásica turca, cuyas obras siguen siendo actuales. Nos acompaña Bach en un momento de la tristeza más profunda de la pequeña Özlem. Nos alegrará reconocer “Carmen”, de Bizet. Al termina la interpretación de esta habanera Özlem pide a los invitados que pongan dinero en el sombrero, tal como solía hacer cuando su padre terminaba una canción. Se goza poéticamente al escuchar en el piano una obra del compositor francés Erik Satie (1866-1925). Además, acompaña en dos ocasiones fragmentos de las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Y me encantó oír el famoso tango de Carlos Gardel “Por una cabeza”. Hay que añadir una obra del prolífico compositor Francesco Paolo Tosti -compuso más de quinientas canciones para solista y piano, inspirándose en poetas italianos-, aquí se trata de la canción Aprile, que nos habla de las flores en el prado al comienzo de la primavera, como símbolo del amor; tema similar al de la melodía “la dulce Margarita”. Probablemente, alguna melodía habrá quedado en el camino, pero confío que este recorrido nos haga repensar si la protagonista de esta película es la música, dado como se han combinado tal variedad de ritmos y de épocas. Aunque, más profundo, más real y mucho más interesante es reconocer con “protagonista” conduce al reino de la intimidad personal, al corazón; nos enriquece y eleva. Quizás por ahí va que haya sido una película favorita.
Ficha técnica

- Título Original: Babamin Kemani
- Dirección: Andac Haznedaroglu
- Guión: Andac Haznedaroglu
- País: Turquía
- Año: 2022
- Duración: 112 min.
- Género: Drama
- Interpretación: Gülizar Nisa Uray, Engin Altan Düzyatan, Belçim Bilgin, Selim Erdogan, Ayfer Dönmez, Yigit Çakir, Yener Sezgin, Erdem Bas
- Productora: BKM Film. Distribuidora: Netflix
- Música: Taskin Sabah
- Fotografía: Firat Lita Sözbir
- Estreno en España: 21/01/2022