Autora: Inés Portilla de Birazel
* CinemaNet acogerá la publicación de algunos de los interesantes análisis de películas realizados por participantes en el curso en la tercera convocatoria de El Arte de ver Películas, que organizan la Fundación General de la Universidad Politécnica de Madrid (FGUPM) y la Asociación de Personal Docente e Investigador Jubilado de la UPM (APDIJ).
En frase de Rick en Casablanca, «This is the beginning of a beautiful friendship». En enero de 2024, se abrirá la convocatoria de la cuarta edición del curso y con ello también la oportunidad para las críticas de ser seleccionadas para su publicación.
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Jorge VI del Reino Unido es tartamudo, y por ello accede a ser tratado por el logopeda australiano Lionel Logue, quien suele emplear métodos poco ortodoxos. A medida que avanza su tratamiento, entabla una amistad con Logue, y va asumiendo cada vez más responsabilidades como monarca, hasta verse en la necesidad de convertirse en el líder que su país necesita cuando estalla la Segunda Guerra Mundial y debe pronunciar un discurso que aliente a los ciudadanos del imperio británico.
Personajes
Jorge VI (Colin Firth), llamado Bertie por sus familiares y Logue, es el protagonista. Este personaje histórico atraviesa varias evoluciones: una donde pasa de ser el duque de York a ser el rey y otra donde casi corrige su tartamudeo. Para ello, y con la ayuda de Lionel Logue (Geoffrey Rush), debe dejar de lado su mal genio y dejarse mostrar vulnerable para poder afrontar los complejos y traumas que marcaron su niñez y que presuntamente causaron su tartamudeo, al igual que su temor por no ser un buen líder para su país (consecuencia de su condición).
Logue consigue guiar al rey hacia el éxito siendo fiel a su carácter desenfadado, su confianza en sí mismo y en sus métodos (chocante para algunos personajes), su manera poco ortodoxa de trabajar y su cercanía con sus pacientes, porque de esta manera obliga a cambiar su manera de tratar a los demás.
Jorge VI también cuenta con la ayuda de su esposa, la Reina Isabel (Helena Bonham Carter), una mujer perspicaz, obstinada y con carácter. Ella es de las pocas personas con las que Bertie se siente cómodo y en las que él confía, y es gracias a ella que conoce a Logue.
Jorge VI es puesto en un contrapunto con otros tres personajes: Jorge V (Michael Gambon), su hermano Eduardo VIII “David” (Guy Pierce), y el locutor de radio de la Exhibición del Imperio Británico. Jorge V es un hombre frío y exigente con sus hijos, mientras que Bertie es más cariñoso y juguetón con sus hijas, las princesas Isabel y Margarita. David queda retratado como un hombre frívolo que prioriza disfrutar de los lujos y privilegios que le son otorgados por ser el rey, y complacer a su novia Wallis Simpson (presentada como alguien hedonista y aprovechada), antes de su deber como monarca. Esta personalidad choca con la de Jorge VI, a quien le manifiesta su preocupación por la continuidad de la monarquía y cómo debería comportarse un rey ejemplar. Se hace otro contraste interesante, al inicio de la película, entre Jorge VI y el locutor de la BBC en la exhibición. Mediante el intercambio de varias tomas, se ve, por un lado, al locutor preparándose para la retransmisión con una evidente mecanicidad y confianza en sí mismo, mientras que Bertie está visiblemente nervioso y abrazado a su mujer.
Estructura
Los acontecimientos se dividen en dos tramas paralelas: la vida de Jorge VI, y el seguimiento de su terapia y amistad con Logue, transcurriendo ambas en un orden estrictamente cronológico. Después de abdicar Bertie en favor de Bertie, estas dos líneas argumentales se fusionan, ya que es entonces cuando Jorge necesita más que nunca a Lionel.
Puesta en escena
Esta es una película histórica de las que “reproducen hechos del pasado con pretensión de fidelidad a la realidad -aunque puede ser interpretada-”. (Watt, 2023, p. 38). Se desarrolla durante el periodo entreguerras (de 1925 a 1939), y acaba pocos instantes después de haberle declarado el Reino Unido la guerra a Alemania, apreciándose varios acontecimientos históricos como la muerte de Jorge V en 1936, la ascensión al trono, el breve e inestable reinado, y la posterior abdicación de Eduardo VIII para poder casarse con Wallis Simpson, una mujer americana doblemente divorciada), el reinado de Jorge VI, la infructuosa Política de apaciguamiento y el inicio de la guerra.
Sin embargo, El discurso del rey también tiene tintes de cine dramático. Si bien es cierto que la película busca reflejar una parte importante de la vida de Jorge VI y gira en torno a una sucesión de hechos de gran relevancia histórica, también hace énfasis en sus sentimientos, inseguridades y las diversas relaciones que tiene con otros personajes. Para poder reproducir fielmente aquella realidad no solo se incluyen personajes históricos, también se recurre a un vestuario, música, anuncios en las calles y tecnología representativos de la época.
En cuanto a la tecnología, esta película hace énfasis en la radio, y se demuestra de varias maneras. Primero, incluyendo tomas que muestran elementos que antaño se destinaban a la radiodifusión, además de varios micrófonos con el diseño de la época, llegando incluso a conseguir cierto protagonismo dentro de las escenas. Segundo, mostrando a Jorge V explicando a Bertie el poder que tiene la radio para acercarse a las masas. No obstante, quienes conocen más a fondo la vida real del protagonista podrán percibir una imprecisión histórica. Jorge VI conoció a Lionel Logue y empezó sus terapias con él en 1926 y no en 1934, como se muestra en la película. Al menos, el consenso histórico y la película coinciden en que el monarca y Logue llegaron a entablar una amistad. Como sucede en casi todas las películas históricas, los cineastas se toman algunas licencias en pro de la trama, y este podría ser el caso, ya que ver a Jorge VI lidiando con su tartamudeo al mismo tiempo que con otros acontecimientos históricos, y teniendo también conflictos con otros personajes, le da a la trama cierto nivel de tensión y expectación que engancha al espectador.
Posición y movimiento de la cámara
A lo largo de esta película, se aprecian dos maneras particulares de manejar la cámara de la película. Una de ellas consiste en enfocar a los micrófonos y al público en un ángulo contrapicado, alternando tomas de Jorge VI en primer plano y con un ángulo picado cada vez que este último tiene que dar un discurso que no es capaz de recitar sin tartamudear. Con estas posiciones, se busca mostrar al público y al micrófono como elementos imponentes y a Bertie como alguien pequeño y débil, y al que le tiembla la garganta y la mandíbula cuando tartamudea, permitiendo al espectador darse cuenta de lo difícil que era para él hablar en público.
Esta técnica se usa también cuando el médico y Jorge V presionan a Bertie para que hable sin tartamudear. Los dos primeros quedan sujetos al contrapicado e incluso enfocados en un primer plano que muestra sus gestos faciales de desesperación. No obstante, se prescinde de este contraste de ángulos en el discurso final, cuando la cámara se coloca en ángulo neutro que permite mostrar a Bertie y al micrófono al mismo nivel (tanto de manera literal como subjetiva).
La otra se da mediante un travelling hacia delante recurrente, cada vez que Jorge VI se mueve a través de habitaciones, mostrando cómo sus emociones influyen en la manera en la que el protagonista se mueve dentro de su entorno, muchas veces tensa, aunque en el último seguimiento se le ve como un triunfador que recibe la admiración de la gente de su entorno y del pueblo. De esta forma, al seguir sus pasos se sigue también su evolución como personaje.
Color y música
En la película predominan los colores fríos y poco saturados, en su mayoría tonos azules. Estos pueden hacer énfasis en la frialdad de las relaciones que tiene con la mayoría de las personas de su entorno, en parte por su carácter y su estatus misterioso, protocolario y distante como miembro de la realeza. También el uso del azul puede estar relacionado con la melancolía interna de Jorge VI por su niñez complicada y la frustración que siente hacia su tartamudeo. O bien, puede ser un reflejo del ámbito, bien de una época con un ambiente deprimido y pesimista, y/o del clima frío del Reino Unido (casi todas las escenas parecen rodadas en otoño e invierno).
Respecto a la música, su elección sigue convenciones más propias del cine dramático. Si bien es cierto que durante la escena de la fiesta en el castillo de Balmoral se oía de fondo música de la década de 1930, se suelen usar melodías que generan una atmósfera tensa cuando Jorge VI pasa por momentos incómodos, como dar un discurso o enterarse de sucesos que ponen en riesgo la estabilidad del Reino Unido y del mundo en general. No obstante, a pesar de lo difícil que resultó ser para Bertie pronunciar su discurso en la escena, la música empleada, dramática y optimista a la vez, complementa la atmósfera general de la nación, representada en una sucesión de imágenes que muestra a varios grupos del pueblo británico que escuchan atentamente el discurso, y a personajes cercanos al rey y a Logue, que están expectantes pero también orgullosos del trabajo de ambos.
Referencias
Watt, N., Almacellas, M. Á., Orellana, J. (2023), Géneros Cinematográficos. Un viaje a través del cine, Madrid, UPM Press. https://www.imdb.com/title/tt1504320/