COLEGIO ABBOTT (2ª temporada) | Los maestros del Colegio Abbott vuelven a deleitarnos

José Martín Goenaga

Cinéfilo por afición, me gusta seguir de cerca la actualidad cinematográfica para comprender mejor a la sociedad actual y valorar la idea que esta transmite sobre la persona humana y sus circunstancias.

Tras el éxito y la novedad de su primera temporada, Colegio Abbott (Abbott Elementary) cargaba con la difícil tarea que surge al decidir rodar una 2ª parte: igualar o mejorar la primera. De hecho existe el proverbio quijotesco, ya popular, que afirma que “nunca segundas partes fueron buenas”, el cual se aplica hoy en día principalmente a producciones cinematográficas. Pero este no es el caso de Colegio Abbott.

Liderados por la directora y creadora, además de guionista y actriz, Quinta Brunson, las historias del Colegio de Educación Primaria Abbott siguen gozando de la frescura, la creatividad y el humor que poseían en su primera edición. Y es que Quinta Brunson, por así decir, juega en campo propio, ya que no solo ella es de Filadelfia (lugar donde se sitúa la acción) y estudió allí en su juventud, sino que su madre era maestra en una escuela local, y Quinta, que se decantó por hacer carrera en la comedia estando aún en la universidad, aúna en esta serie esas dos partes tan queridas de su vida.

La serie y, en particular, esta segunda temporada, es divertida a la vez que profunda en muchos aspectos, con dobles lecturas que hablan de la vida cotidiana a través de las vivencias de este variopinto grupo de maestros y empleados. Especialmente iluminador es el episodio 20 (Educador del Año) que, a partir de un suceso escolar, trata sobre la vida de los maestros y las dificultades que se encuentran en su profesión, además de sobre la importancia de su labor y su cometido diario; siendo casi de obligatoria visión para todo maestro de Educación Primaria, que sin duda se verá identificado con muchas de las afirmaciones e ideas expresadas.

Además, el formato de la serie es muy atractivo, pues se divide en capítulos de 23 minutos, y cada uno, aunque siempre en relación con los anteriores, trata sobre un tema distinto cada vez, de manera que la serie se compone de un abanico de pequeñas historias que no llegan a cansar. De hecho, tras el éxito de la primera temporada, en la cual se grabaron 13 episodios, en esta no han tenido miedo en casi duplicar su número, con un total de 22. Asimismo, su formato de falso documental y con continuas miradas a la cámara de parte de los actores, consigue hacerla aún más entretenida, generando una especie de complicidad con el espectador.

Es cierto que  se le pueden sacar peros: uno de los profesores es homosexual (aunque no se hace demasiado hincapié en ello), las referencias que se hacen a Dios y a la religión no son del todo acertadas, o que la convivencia bajo el mismo techo antes del matrimonio se da como algo ya aceptado. A pesar de esto, no es una serie que incida demasiado en esto y se es capaz de disfrutar de ella sin que se nos haga desagradable su visionado.

Por último, y en referencia a los premios, en 2022 fue seis veces nominada a los premios Emmy haciéndose con dos galardones: Mejor actriz de reparto en Serie de Comedia (Sheryl Lee Ralph) y Mejor guión Serie de Comedia (Quinta Brunson). Y para esta nueva edición de 2023 ha conseguido igualar el número de nominaciones con las siguientes: Mejor Serie de Comedia, Mejor actriz principal en Serie de Comedia (Quinta Brunson), Mejor actor de reparto Serie de Comedia (Tyler James Williams), Mejor actriz de reparto en Serie de Comedia (Janelle James), Mejor actriz de reparto en Serie de Comedia (Sheryl Lee Ralph) y Mejor actriz invitada en Serie Comedia (Taraji P. Henson).

Hay que decir también que en 2022 también estuvo nominada a 5 Globos de Oro, haciéndose con un total de 3: Mejor serie de TV – Comedia o musical, Mejor actriz principal en serie de TV – Comedia o musical (Quinta Brunson) y Mejor actor secundario en una serie Drama/Comedia (Tyler James Williams); un número nada desdeñable para una serie en estos premios.