Sinopsis
Cuando los nazis invaden Polonia en 1939, la enfermera Irena Gut es trasladada y obligada a trabajar para el ejército alemán, siendo asignada como ama de llaves de un comandante nazi. En lugar de adoptar un perfil bajo y mantenerse a salvo apoyada por su estatus y etnia, Gut arriesgará todo para salvar a una docena de judíos refugiándolos en la casa de su jefe.
Crítica
La promesa de Irene | El valor inviolable de la vida humana
Cuando los nazis invaden Polonia, en 1939, la enfermera Irena Gut es trasladada y obligada a trabajar para el ejército alemán, en la residencia de oficiales y como responsable de un taller de sastres en el que doce judíos se ocupan de la confección de uniformes. Más tarde es asignada como ama de llaves del comandante Rugmer, en un palacete que ha confiscado y que Irena debe encargarse, ante todo, de acondicionar.
Con apenas diecinueve años, Irena es testigo de cómo un oficial nazi coge a un bebé de los brazos de su madre y lo arroja con violencia contra el suelo y a continuación mata a tiros a la mujer. En ese momento, la horrorizada joven enfermera hace la íntima promesa de defender la vida, aun a riesgo de la suya propia.
La mansión del comandante Rugmer puede ser el mejor refugio para salvar a ese grupo de judíos de una muerte segura, el único lugar en el que a nadie se le ocurriría jamás pensar que pudieran estar escondidos. Realmente el plan y la aventura son demasiado descabellados para ser verosímiles, y sin embargo obedecen a la historia real de Irena Gut Opdyke. La cineasta canadiense Louise Archambault (recordemos sus impactantes películas Y llovieron pájaros y Gabrielle) parte de la obra teatral homónima del guionista Dan Gordon (Irene’s Vow), inspirada en la historia real de Irena Gut.
La promesa de Irena es un ejemplo de bondad, arrojo, compromiso y generosidad sin límites, pero en el contexto en el que se mueve parece una locura, pues lo único que puede conseguir es que la maten a ella también. Este es el dilema que el espectador se plantea a lo largo de la película: ¿lo más sensato sería rendirse y doblegarse a las fuerzas del mal o, por el contrario, Irena está haciendo lo correcto al jugarse la vida por una posibilidad remotísima de salvar a los doce judíos?
El interrogante tiene sentido en la actualidad, en nuestro mundo, si pensamos que la película es una coproducción Canadá-Polonia, pero se rodó en Polonia, justo cuando su país vecino, Ucrania, acababa de ser atacada por Rusia. La historia se repetía aunque cambiaran los actores.
Con una puesta en escena muy clásica, Archambault ha sabido dotar a sus personajes de autenticidad y de humanidad y nos acerca una historia intimista que llega al corazón del espectador. Ha tenido, además, la capacidad de jugar con dos elementos perfectamente equilibrados en los personajes, la calma aparente y la tensión permanente, que se acentúa en momentos en los que están a punto de ser descubiertos. Pero sin duda lo más acertado de la cineasta es que no omite los horrores de la guerra pero no los muestra directamente, sólo los evoca. Así la escena terrible del nazi lanzando al bebé para aplastarle la cabeza estremece al espectador, pero en realidad no tiene una visión directa del hecho, sino que lo sigue en el rostro de Irena, en su gesto de espanto y en la expresión conmocionada con la que se aleja del lugar.
Sophie Nélisse (la encantadora Liesel de La ladrona de libros, de Brian Percival) nos ofrece un trabajo luminoso, encarnando a esa heroína que fue declarada Justa entre las Naciones y que falleció a los 85 años, en 2003. Prácticamente todo el peso de la película recae sobre sus hombros. Aunque también lo hacen bien el resto: Dougray Scottestá magnífico como el comandante Rugmer, Andrzej Seweryn, dando vida al mayordomo, o Maciej Nawrocki, encarnando a un siniestro oficial de las SS. Los personajes del grupo de judíos resultan por momentos excesivamente tranquilos y temerarios, si pensamos en el contexto en el que se movían. Sin embargo, una de la escenas más vibrantes de la película es cuando deben dilucidar cómo afrontar un embarazo. Esa discusión es un canto a la vida, al amor, a la esperanza y a la bondad, que eleva la calidad humana de un guion que, en realidad, no hace más que «levantar acta» de lo que sucedió en la realidad.
También Louise Archambault mantiene muy bien la elegancia y el equilibrio en las relaciones entre el comandante Rugmer e Irena Gut. Pero no podemos ahondar más en ello para no caer en el spoiler.
Es difícil rodar una nueva película sobre el holocausto sin caer en una repetición y sufrir la comparación con grandes obras como La lista de Schindler, El pianista, etc. Sin embargo, la característica de La promesa de Irene es que, por encima de la narración de unos hechos, hay un canto a la vida y a la fraternidad, y la constatación de que el bien, lenta y silenciosamente, acaba imponiéndose al mal (Aunque el mal vuelva a despertarse de su letargo y sea capaz de volver a invadir, no Polonia, pero sí Ucrania).
Ficha técnica

- Título Original: Irena's Vow
- Dirección: Louise Archambault
- Guión: Dan Gordon
- País: Canadá, Polonia
- Año: 2023
- Duración: 02h 01 min.
- Género: Drama / Histórico / Biográfico / II Guerra Mundial / Nazismo
- Interpretación: Sophie Nélisse, Dougray Scott, Andrzej Seweryn, Eliza Rycembel, Tomasz Tyndyk, Maciej Nawrocki, Aleksandar Milicevic, Nela Maciejewska, Sharon Azrieli, Agata Turkot, Filip Kosior, Krzysztof Szczepaniak
- Productora: Coproducción Canadá-Polonia; Darius Filmsc, Entract Studios, K&K Selekt, Téléfilm Canada
- Música: Alexandra Stréliski, Maxime Navert
- Fotografía: Paul Sarossy
- Estreno en España: 31-05-2024