Sinopsis
Todos los sueños del joven Edmundo Dantès están a punto de hacerse realidad. Por fin podrá casarse con el amor de su vida, Mercedes. Pero su éxito inspira celos desde varios frentes. Traicionado por sus rivales y denunciado como miembro de una conspiración pro-Bonaparte, es encarcelado sin juicio en el Château d'If sin esperanza de escapar. Tras catorce años de instrucción secreta por parte de su compañero de prisión Abbé Faria, Dantès consigue escapar y hacerse con el legendario tesoro escondido en la isla de Montecristo. Ahora, con una enorme fortuna, urde un plan extraordinario para vengarse. Asumiendo múltiples identidades - "el Conde de Montecristo" entre ellas- Dantès cortejará a sus enemigos, ahora altos dignatarios, para poder acabar con ellos.
Crítica
El conde de Montecristo | La paciencia siempre da sus frutos
Edmundo Dantès está a punto de lograr el sueño de su vida: casarse con la mujer a la que ama. Pero justo cuando va a dar el «sí quiero», es detenido y encarcelado injustamente. Tras lograr escapar estando 14 años retenido, no dudará en vengarse de aquellos que le privaron de su futuro.
Si el lector es ávido consumidor de cine, algo lógico y consecuente con ser fiel seguidor de esta web y, por qué no, otras webs de críticas de cine, recordará que en la magna Cadena perpetua de Frank Darabont (injustamente infravalorada en su momento pero hoy considerada como lo que es, una obra maestra), mientras Andy Dufresne y sus compañeros de cárcel colocaban libros para su recién estrenada biblioteca, Heywood decía lentamente: “El conde de Montecrisco (sic)… por Alejandro Demás (sic)”, acto seguido Andy le decía “¿Demás? Dumas, ¿sabes de qué va? Te gustará, habla de una fuga”. Nuestro docto protagonista se refería a uno de los mejores libros que se hayan escrito, de hecho considerado la obra maestra de Dumas, y no es para menos ya que su éxito perdura y perdurará, con varias adaptaciones al cine. Pues bien, ahora hay que sumar una más, y la que nos ocupa no es precisamente cosa menor. Hasta la fecha ha funcionado muy bien en taquilla y goza del favor de la crítica, incluso del exigente académico Arturo Pérez-Reverte, y eso no es decir poco.
Anoche vi la nueva película de «El conde de Montecristo» y me gustó mucho. Tres horas disfrutándola. Me parece una excelente versión de una de las mejores novelas de todos los tiempos. pic.twitter.com/MzvAretmZj
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 11, 2024
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Lo cierto es que el éxito que está teniendo tiene sentido ya que la adaptación que han hecho los guionistas y directores Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte goza de una maravillosa fotografía, estupendos escenarios, una preciosa banda sonora y un excelente ritmo: sus más de tres horas de metraje nunca se hacen pesadas. De esto también tiene la culpa un reparto muy metido en sus papeles, con un fabuloso Pierre Niney que se toma muy, muy serio su protagonista y nos hace sentir perfectamente la rabia de estar a punto de dar el “sí, quiero” a la mujer que ama pero ver ese momento roto por una injusta detención y, lo que es peor, un encarcelamiento ‘sine die’ aún más doloroso. Su posterior huida (no es un destripe, ‘spoiler’ como se le quiere llamar hoy en día) y consecuente venganza está detallada con tanto mimo y cariño que realmente se hace creíble, aunque el tesoro templario se siga antojando demasiado manido.
Hablamos de injusticia y robo, ya que le roban la preciosa vida que podría haber disfrutado junto a su amada, y ante eso sale una palabra, “venganza”, que ya se sabe que es muy apetecible porque el Maligno, que existe por mucho que algunos insistan en negar, pinta de muy sabrosa. Y desde luego el espectador va disfrutando cuando ve cómo los villanos van poco a poco sufriendo en sus carnes ciertas maldades que estaban anunciadas, aunque sabe que el final no puede llevar a algo realmente bueno porque esa venganza puede salir demasiado cara incluso para su ejecutor.
Pero ahí está la valentía de la adaptación de Dumas: recuerda que, aunque nos sepa bien “darle a cada uno lo suyo”, al final siempre hay un precio que vamos a tener que pagar: nuestra alma. ¿Merece la pena llegar a ese extremo con tal de que los demás sientan nuestro dolor? He ahí el punto central de todo.
Por fortuna la adaptación no violenta un profundo sistema de valores que se antoja imprescindible: el matrimonio canónico es sagrado e indisoluble. Incluso aunque luego haya grandes problemas que lo ataquen, la pareja está “atada” hasta el fallecimiento de uno de los cónyuges, y nada ni nadie puede entrometerse en esa unión bajo ninguna circunstancia, ni la pareja debe dejar que nadie se entrometa.
Por desgracia (sí, una de cal y otra de arena) hay una pequeña, mínima concesión a la ideología LGTBI que no viene a cuento y es absolutamente innecesaria, pero al menos no entorpece el resto de la historia ni desvía la atención.
El conde de Montecristo es un relato muy crudo con una premisa cuestionable: la venganza; pero a la vez es un homenaje a que las cosas bien hechas, con calma, salen adelante, y a que esa venganza, dado que se inicia con un espurio deseo, no es buena y, como decíamos antes, puede tener un alto coste. Quizás sea pronto para decir que es la mejor adaptación hecha hasta la fecha, pero sin duda es una para disfrutar en pantalla grande.
Ficha técnica

- Título Original: Le Comte de Monte-Cristo
- Dirección: Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière
- Guión: Matthieu Delaporte, Alexandre de La Patellière. Novela: Alejandro Dumas
- País: Francia
- Año: 2024
- Duración: 178 min. min.
- Género: Aventuras. Drama | Drama de época. Venganza. Siglo XIX
- Interpretación: Pierre Niney, Bastien Bouillon, Anaïs Demoustier, Laurent Lafitte, Pierfrancesco Favino, Anamaria Vartolomei
- Productora: Chapter 2, Fargo Films, Pathé, M6 Films
- Música: Jérôme Rebotier
- Fotografía: Nicolas Bolduc
- Estreno en España: 9/8/20204