Me quitaron de en medio es un libro de una lectura muy amena y de gran interés para cualquiera que quiera saber más sobre el hecho cinematográfico, la dirección de actores y la interpretación en el cine. Pero supone una obra imprescindible para estudiantes de cine en general y muy especialmente para quienes aspiran a desempeñar labores de dirección y para aquellos que van camino de ser actores. Dos grandes cineastas de larga experiencia —Nicholas Ray y Manuel Martín Cuenca— reflexionan sobre la labor de director de autores y el arte de la interpretación en el cine, aludiendo también a las dificultades que implican y a los errores en los que se puede caer.
Con el enigmático título Me quitaron de en medio, nos llega un libro con doble firma, Nicholas Ray, como autor de la obra original, y el traductor de la misma, Manuel Martín Cuenca, quien, a su vez, ha preparado una extraordinaria edición comentada, ilustrando los capítulos con notas aclaratorias y con unos Comentarios insertados en los textos de Ray.
El conjunto resultante trasciende así la obra de Nicholas Ray (1911-1979) y se convierte en el relato de las experiencias y reflexiones de dos grandes directores de cine respecto de algunos temas cruciales para su labor de creadores: la dirección de actores y el trabajo actoral.
La parte nuclear del libro, la que obedece al título Me quitaron de en medio y lleva la firma de Nicholas Ray, consta de tres bloques:
– (Auto)biografía de Nicholas Ray
El primero de ellos está compuesto de dos capítulos, «La autobiografía de Nicholas Ray» —paradójicamente, no escrita por él, sino por quien fue su última esposa, Susan Ray— y «Nicholas Ray: una reseña biográfica», a cargo del crítico e historiador de cine Bernard Eisenschitz. Ambos relatos coinciden en que no suponen tanto un relato de la historia personal del personaje, cuanto una semblanza del hombre de cine (suponiendo que en él pudiera hacerse esa dicotomía).
Susan Ray nos aproxima más a la figura del cineasta, atormentado y difícil, tal como ella lo conoció en 1969 y con el que convivió hasta su muerte, diez años después. Lo define como un buscador que «sabía qué preguntas hacer y qué perseguir, fuese lo que fuese y por inalcanzable que pareciese». Bernard Eisenschitz insiste más en historiar a Nicholas Ray, pero prácticamente se ciñe exclusivamente a su trayectoria profesional, primero en el teatro, a partir de 1934, y después algo de radio, hasta que, en 1944 viajó a Hollywood y el cine se convirtió en la totalidad de su ser y de su existencia.
– Clases, reflexiones y anécdotas de Nicholas Ray
Vienen a continuación los quince capítulos que contienen la transcripción de una serie de clases que impartió durante los últimos años de su vida, en la década de los setenta, sobre la dirección de actores y sobre la interpretación. Han sido unificadas —cada sesión aparece dedicada a un tema concreto— como si se tratara de un único curso de cine con los mismos alumnos, pero en realidad pertenecen a tres convocatorias distintas. En cada capítulo suelen aparecer actividades y diálogos en los que interactúan los alumnos con el profesor, y varios párrafos de reflexiones y anécdotas de Ray, siempre en relación con el cine, su gran pasión.
– Epílogos
El tercer bloque del libro es una especie de cajón de sastre: bajo el título de «Epílogos», aparecen una serie de documentos de longitud desigual: escritos diversos de Nicholas Ray y la transcripción de una conversación con Wim Wenders, Garry Bamman y Susan Ray, en los primeros días del rodaje de Lightning Over Water, en marzo de 1979, tres meses antes de la muerte de Nick sin que llegara a ver terminada la película. Les sigue una Filmografía de Nicholas Ray, establecida por Bernard Eisenschitz, pero completada por Manuel Martín Cuenca; una brevísima semblanza de Susan Ray y su lista de agradecimientos.
Edición comentada de la traducción española – Manuel Martín Cuenca
Manuel Martín Cuenca se revela como un traductor impecable, con una fidelidad exquisita a los textos de Nicholas Ray, tanto en el contenido cuanto en la forma. También ha traducido y mantenido en su integridad las notas originales en inglés. Pero, además, el cineasta español realiza una doble labor: con sus glosas, como notas al pie, aporta luz a los textos y las clases de Ray y, a menudo, las enriquece con anécdotas. Así por ejemplo, cuando Susan Ray hace referencia a la película 55 días en Pekín (1963), Martín Cuenca, en nota al pie, narra diversos hechos acaecidos durante el rodaje de la película, del que se acabó apartando a Ray.
Hay que destacar el acierto de que las notas o fragmentos añadidos de la pluma de Martín Cuenca en la edición española aparezcan en tipografía verde, con lo cual el lector puede distinguir fácilmente las nuevas aportaciones.
En cada capítulo aparece la transcripción de la grabación de una clase impartida por Nicholas Ray, y Manuel Martín Cuenca explica el significado pedagógico de dicha sesión o aporta valiosísimas aclaraciones. Valga como muestra, cuando en la clase III (Circunstancias / Preparación / Salida en falso / Relajación del director), Ray habla a sus alumnos de dos directores y teóricos, el ruso Konstantin Stanislavski y el polaco Jerzy Grotowski. Martín Cuenca, en sus Comentarios, aporta una amplia información sobre las teorías de ambos respecto de la interpretación. A partir de ahí, y siempre en relación con las exposiciones de Ray, el director español ofrece al lector un texto magnífico sobre la interpretación en el cine.
Magníficos textos de Manuel Martín Cuenca sobre dirección de actores e interpretación
Los textos de Martín Cuenca, introducidos en los capítulos de las sucesivas clases de Nicholas Ray bajo el título de Comentarios, aparecen perfectamente integrados en el texto. Pero, en realidad, dichos fragmentos, con sus propias opiniones, aportaciones y enseñanzas, podrían fácilmente desgajarse del conjunto para constituir, de forma autónoma, un opúsculo magisterial, de gran entidad y amena lectura.
En su prólogo, dice Martín Cuenca que Me quitaron de en medio «no es un manual de cine ni de dirección de actores, pero, al mismo tiempo, es el mejor manual que conozco». Ahora nosotros estamos en condiciones de añadir que la edición española preparada por el cineasta español ha sumado un considerable plus de calidad, no solo por la riqueza de las notas añadidas, sino muy especialmente por los sucesivos Comentarios de su pluma de director.
El libro sobre Nicholas Ray de Manuel Martín Cuenca es un recurso fundamental para comprender la dirección de autores y la interpretación en el cine. Su análisis profundo de la obra de Ray revela no solo su estilo único, sino también su influencia en el desarrollo del séptimo arte. Para aquellos que buscan enriquecer su conocimiento en cine o disciplinas relacionadas, recomiendo visitar cursocertificado.es, donde encontrarás una variedad de cursos online y presenciales. ¡Una excelente forma de seguir aprendiendo!