Sinopsis
Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda de la Alemania nazi, acompañó a Hitler durante siete años, desde marzo de 1938 hasta su muerte en mayo de 1945. Mientras Hitler está en el apogeo de su poder, Goebbels es el creador de las imágenes de multitudes ondeando banderas y de las películas antisemitas que preparan al pueblo para el asesinato en masa de los judíos. Tras la derrota de Stalingrado y la situación cada vez más desesperada a finales de 1944, Goebbels planea el acto de propaganda más radical, su última puesta en escena.
Crítica
El ministro de propaganda | Una inmensa fake news, un Maquiavelo del siglo XX
La película El ministro de propaganda es una historia llena de verismo del que es considerado el mayor manipulador de masas del siglo XX, el ministro de Propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbels. Él promovió y dirigió campañas para demonizar a los judíos y hacer que el pueblo alemán aceptara, o por lo menos hiciera la vista gorda, ante la monstruosidad de perseguirlos y eliminarlos, o que viera como necesaria la guerra expansionista promovida por Hitler.
La película se centra esencialmente en tres campos de manipulación: generar odio hacia los judíos, exaltar la figura de Hitler como el ser providencial y dar el giro total a la mente de sus conciudadanos cuando la guerra era adversa para Alemania. Olvida, se comprende porque el guion exigía desbrozar para concentrar al espectador en unos aspectos, la propaganda que se hizo en otros campos, como la dirigida a lo largo de años contra el bolchevismo o contra los aliados occidentales enemigos de Alemania. Con todo, es un film notable, hecho con pocos medios, en el que el director ha intercalado imágenes de filmaciones reales del momento, con lo que adquiere en algunos aspectos la característica de documental. Incluso se utilizaron textos de los diarios del propio Goebbels y el testimonio de algún superviviente del Holocausto.
Es un film impactante que no deja indiferente a nadie.
Un personaje inteligente y a la vez perverso
Hitler nombró a Goebbels ministro de Instrucción Pública y Propaganda en 1933, poco después de acceder al poder. El objetivo de tal ministerio era el de organizar la propaganda nazi, con sus raíces antisemitas y nacionalismo radical, junto a la exaltación del líder carismático, así como su rechazo del pacto de Versalles que se había impuesto a Alemania tras la Primera Guerra Mundial.
Desde tiempo antes de llegar los nazis al poder, Goebbels había sido ya un personaje importante en el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores. Hitler detectó su gran inteligencia, capacidad de convicción y nulos escrúpulos. Le envió a Berlín para promover allí su ideología. Cumpliría con creces la tarea que se le asignó y facilitó el camino para que los nazis consiguieran amplio apoyo y pudieran ganar las elecciones de 1933.
Siendo ministro, Goebbels elevó a Hitler hasta el endiosamiento en la mente de los alemanes, fomentó hasta el extremo el antisemitismo, facilitó que buena parte del pueblo alemán asumiera las brutalidades y masacres -o mirara hacia otro lado- y logró que muchos siguieran creyendo que Alemania ganaba la guerra mundial hasta cuando las tropas soviéticas pulverizaban a las fuerzas alemanas y llegaban a las puertas de Berlín mientras los angloamericanos ocupaban desde el Oeste gran parte del país.
Líder y seductor
Führer und Verführer (Líder y seductor) es el título original de la película. Muy bien elegido, ya que Goebbels era un gran seductor, capaz de manipular la realidad hasta extremos como el de culpabilizar a los judíos de todo y por ello merecer ser masacrados, así como de convencer al pueblo alemán de la necesidad de la guerra, aunque, como muestra el film, él no era partidario de ella, y menos aún de que Alemania luchara en dos frentes a la vez.
Se atribuye a Goebbels estas frases: “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”, y “las grandes masas de gente caen más fácilmente víctimas de las grandes mentiras que de las pequeñas”. Entre otras muestras, ahí están películas antisemitas como «Jud Süß» y «Der ewige Jude«, fomentando el odio racial.
El director y guionista de la película es el periodista y profesor de la Academia de cine de Baden-Würtemberg, Joachim A. Lang, el cual contó con la colaboración de varios historiadores especializados en el nazismo. La figura central, la del jefe de Propaganda, la encarna el actor Robert Stadlober, mientras Fritz Karl es Adolf Hitler. La esposa de Goebbels, Magda, es interpretada por Franziska Weisz.
Cambios de estrategia
El ministro de Propaganda muestra como Goebbels fue gestando y construyendo un gran engaño y los trucos utilizados para ello. Incluso expone su versatilidad en el cambio de su estrategia propagandística para no caer en desgracia ante Hitler e intentar ser el número 2 del régimen. Un aspecto relevante de la película es el de mostrar la rivalidad entre los dirigentes nazis, Himmler, Goering, Borman, Ribbentrop y otros, para gozar del reconocimiento y apoyo del líder máximo.
Inicialmente, Goebbels, centró su estrategia de manipulación de masas en la seguridad interna del país, pero ante la decisión de Hitler de invadir otros países se adapta a ello.
Para lograr sus objetivos utilizará todos los medios sin reparar en planteamientos éticos. Jugar con la mente de ciudadanos para hacerles creer lo que se desea, para exaltar sus sentimientos, para distorsionar la opinión pública. Desde incrementar los gritos entusiastas de las masas al paso del Führer hasta mostrar en los films informativos la enorme cantidad de material bélico del que disponían sus tropas, cuando en realidad filmaban maquetas de tanques. Su filosofía consistía en ‘informar’ de un modo creativo. Lo expresa en la película haciendo una analogía con la pintura: “La propaganda es un arte; el mejor cuadro no es el más fiel a la realidad, sino el que mayores emociones despierta”.
Goebbels, en el film se intenta mostrar, no pretendía pasar oculto, sino ser protagonista de la historia. En una frase lo explicita con rotundidad: “¿Quién conoce al ministro de propaganda de Stalin, o al del gobierno inglés? En cambio, mi nombre va a pasar a la posteridad”. Esto lo ha conseguido hasta un nivel que ni él siquiera soñó.
“Guerra total”
Un acontecimiento especialmente importante que tiene reflejo claro en el film es lo relacionado con el discurso que Goebbels pronunció en el Palacio de Deportes de Berlín el 18 de febrero de 1943. Los expertos en publicidad y propaganda lo califican unánimemente de “una obra maestra de retórica” y expresión de capacidad de convicción apelando a los sentimientos.
Tuvo lugar tras la derrota de Stalingrado. Significaba de manera clara un punto de inflexión en la guerra. Entre los líderes nazis se produjo un agrio debate. Algunos, como Himmler, eran partidarios de seguir ocultando al pueblo alemán la gravedad de la catástrofe, como se había hecho con otras derrotas anteriores, aunque de menor magnitud. Sin embargo, Goebbels quiso exponerlo con toda crudeza, dándole la vuelta para que el pueblo alemán se empeñara en una guerra total, dispuestos a resistir hasta el final y rechazando de forma especial la amenaza bolchevique.
Un personaje complejo
La película supera con buena nota el riesgo de convertirse en una simplificación de la verdad para denunciar la gran manipulación de masas y la perversidad de lo realizado por Goebbels y el aparato de propaganda nazi. Muestra un personaje complejo, elegante, muy culto, narcisista y manipulador, pero a la vez con contradicciones, que en algunos momentos no quería ir por la senda del Führer porque intuía el desastre, pero que se adaptó y contribuyó en gran manera a que muchísimas personas fueran asesinadas o murieran por la prolongación de la guerra, aunque él no tocara con sus manos a ninguno de ellas y ni siquiera las conociera. Paradójicamente, junto con su esposa, mataron a sus seis propios hijos tras el suicidio de Hitler y momentos antes del suyo.
A nivel más íntimo aparece como seductor y mujeriego, y se exponen las desavenencias con su esposa, de quien trata de divorciarse, hecho que impide el propio Hitler, no dispuesto al descrédito que podía sufrir su gobierno. De modo similar, se exponen las conversaciones con el Führer y como se decidía la maquinaria de propaganda.
El ministro de Propaganda es, en fin, una película que invita a reflexionar. Comprobar que la manipulación política viene de lejos y las fake news no son un invento actual. A la vez, conocer que la sofisticación de los métodos de Goebbels le convirtieron en un precursor de las modernas campañas de publicidad institucional, de los redactores de discursos y asesores de imagen y de la prensa tendenciosa, que no es poca. Fue un Maquiavelo del siglo XX.
Ficha técnica

- Título Original: Führer und Verführer
- Dirección: Joachim Lang
- Guión: Joachim Lang
- País: Alemania
- Año: 2024
- Duración: 135 min.
- Género: Drama
- Interpretación: Robert Stadlover, Fritz Karl, Franziska Weisz, Raphaella Möst, Katia Fellin
- Productora: Zeitsprung Pictures, SWR, Act HeadQuarter Media
- Música: Michael Klaukien
- Fotografía: Klaus Fuxjäger
- Estreno en España: 29 de noviembre de 2024