Sinopsis
Continúa la epopeya de poder, intriga y venganza ambientada en la Antigua Roma. Años después de presenciar la muerte del admirado héroe Máximo a manos de su tío, Lucio (Paul Mescal) se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro. Con un corazón desbordante de furia y el futuro del imperio en juego, Lucio debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y el honor que devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.
Crítica
Gladiator II | Honor, pero menos fuerza
Ridley Scott lo ha hecho: amenazó con hacer la secuela de una de sus mejores películas (y las tiene buenísimas), Gladiator (2000), con un guion que sonaba a chiste (se oyó hablar de resucitar a Máximo y enfrentarlo a Jesucristo) pero que al final se ha normalizado hasta cierto punto. El resultado es una cinta bastante entretenida con un guion justito, muy justito, y no del todo bien justificado.
Continúa la epopeya de poder, intriga y venganza ambientada en la Antigua Roma. Años después de presenciar la muerte del admirado héroe Máximo a manos de su tío, Lucio (Paul Mescal) se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro. Con un corazón desbordante de furia y el futuro del imperio en juego, Lucio debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y el honor que devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.
Cuando una compañera muy querida por quien escribe estas líneas me pidió hacer la crítica para este portal, al principio me mostré reacio ya que tengo en altísima estima Gladiator y siempre había tenido fe en que Ridley Scott diera marcha atrás con la idea de seguir la historia de Máximo o su entorno ya que quedaba perfectamente atada en la primera película. Sin embargo acepté pensando en que sería un buen espectáculo de ver en pantalla grande, aunque la historia seguramente no me convencería. Una vez vista he de confesar que acerté: disfrutar se disfruta, pero el guion cojea mucho y hay que suspender demasiado la credibilidad para aceptarlo.
Yendo a lo esencial y de lo que se suele hablar, actoralmente todos están muy bien: Paul Mescal, Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Derek Jacobi… el reparto es amplio y Scott los dirige adecuadamente. Destacan los tres primeros pero no son Russell Crowe ni Joaquin Phoenix; empatizamos con el protagonista y sentimos repulsión por los antagonistas; en ese sentido, aprobado.
A nivel producción visual y sonora es Scott así que ya sabemos lo que tenemos: batallas épicas de planos amplios para ver dónde estamos y planos cerrados para sentirnos dentro; la música no es de Hans Zimmer sino de uno de sus discípulos aventajados, Harry Gregson-Williams, quien logra bellas melodías pero no logra una partitura tan épica ni memorable como el alemán. Eso sí, se hacen continuos guiños sonoros a la banda sonora original en varios momentos y el fan del primer filme los disfrutará. Y, por supuesto, rigor histórico casi nulo (ese rinoceronte y, sobre todo, ¡esos tiburones en el Coliseo!) y un uso enorme (a veces abusivo) de los efectos especiales y las imágenes generadas por ordenador… pero entretenimiento asegurado con un ritmo frenético.
Ahora bien, lo más importante de toda película es, siempre, el guion, y el libreto de David Scarpa no está a la altura por una sencilla razón: cojea desde el instante en que vemos el motivo argumental por el que se retoma la historia. Ese motivo argumental, siendo coherentes, pondría en peligro todo el sacrificio que hizo Máximo en la primera película ya que supondría su completo fracaso. Eso sin contar con el excepcional entrenamiento que parece haber recibido el nuevo protagonista sin que se vea nada en pantalla. De Máximo sabíamos, por el comienzo de Gladiator, que era un maestro con la espada , sin embargo aquí lo fiamos todo a un exiliado que, de alguna forma, tiene una habilidad casi sin parangón. Los guiños a la primera película, empezando por el comienzo del filme y siguiendo por los flashbacks, son estupendos, pero no bastan para elevar la calidad del conjunto.
Pero no todo es negativo ya que se ha aprovechado una historia cogida por los pelos para ofrecer giros muy interesantes y dar algunas reflexiones muy positivas sobre los peligros del ansia de poder, de pensar que no hay más valores que la supervivencia del más fuerte y de creer que todo el mundo es tan repugnante como uno mismo cuando no tenemos valores y nos creemos superiores a los demás.
También vemos, muy, pero que muy agradecida, una fantástica puesta en valor del matrimonio, institución sagrada, dejando bien claro que no hace falta ser católico para creer en él y su indisolubilidad, así como el valor de la maternidad y de la reconciliación incluso en los momentos más extremos. Yendo aún más lejos, y eso es impagable, a la trascendencia del ser humano y la vida futura. Son temas que ya estaban en la primera película pero aquí resuenan incluso con más fuerza.
¿Es Gladiator II el desastre anunciado? No. ¿Es una obra maestra como su predecesora? Ni de lejos. ¿Es una buena película? Ahí la respuesta es más complicada porque una buena película nace de un buen guion y aquí es endeble, así que lo dejaremos es que es una película muy entretenida con algunos mensajes muy acertados pero cuya base argumental falla. ¿Era necesaria? No, pero ya que está hecha y que sus mensajes son positivos, bienvenida sea y a disfrutarla, aunque la sombra de Russell Crowe y Joaquin Phoenix sea tan alargada.
Ficha técnica

- Título Original: Gladiator II
- Dirección: Ridley Scott
- Guión: David Scarpa
- País: Estados Unidos
- Año: 20024
- Duración: 148 min. min.
- Género: Acción. Aventuras. Drama
- Interpretación: Paul Mescal, Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger, Derek Jacobi
- Productora: Scott Free Productions, Red Wagon Productions, Paramount Pictures
- Música: Harry Gregson-Williams
- Fotografía: John Mathieson
- Estreno en España: 15/11/2024