A real pain, la nueva película del actor Jessie Eisenberg, metido a guionista y director, basa su trama en dos asuntos: ‘road movie’ y ‘buddy movie’, o dicho en nuestro idioma: película de viaje y película de compañeros. No es nada nuevo, de hecho en el cine hay decenas de filmes de ambos tipos, juntando ambos géneros o yendo por separado. En este pequeño repaso nos vamos a centrar en el segundo: películas de compañeros.
- Arma letal
Todo comenzó en 1987 con la dirección del fallecido Richard Donner juntando en la gran pantalla a Mel Gibson y Danny Glover. Interpretaban a Martin Riggs y Roger Murtaugh, dos policías muy distintos que debían investigar juntos el mismo caso. La clave era no solo tener espectaculares secuencias de acción, que las hay y muchas, sino una química en pantalla con dos actores de gran nivel y compenetrados, pero cada uno con personalidad muy distinta, y no había nada mejor como Gibson y Glover para interpretar a un policía novato y desquiciado y otro ya más tranquilo y experimentado y, por qué no decirlo, ya un poco harto de todo (mítica la frase “estoy demasiado viejo para esta mierd*”). La química fue tan perfecta que se rodaron tres secuelas y Gibson confirmó que él dirigiría la quinta para suplir la ausencia de Donner.
- Dos policías rebeldes
Michael Bay puso en marcha una saga en 1995 juntando a otros dos actores que no estaban muy de moda pero comenzarían su estrellato ahí, sobre todo uno de ellos: Will Smith. Se juntó con Martin Lawrence, cómico reconocido, para dar vida a dos policías no solo rebeldes (el título original, Bad Boys, se recuperó para la tercera y cuarta entregas) sino nuevamente muy distintos: Mike Lowrey (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence). El primero, adinerado, de vida “libertina” y sin problemas para disparar si la ocasión lo requiere mínimamente; el segundo, con familia, hijos, creencias religiosas y buscando siempre la paz. Obviamente siendo Bay el director de las dos primeras películas las escenas de acción y las persecuciones son increíbles, pero nada de ello importaría si no fuera porque los dos actores se lo pasan en grande, su química es genial y ejercen de contrapunto para el otro. Ya van cuatro películas (las últimas dos cambian la dirección) y se espera con ganas la quinta.
- Men In Black (MIB)
Volvemos a meter a Will Smith en la lista porque en esta saga él es el rey absoluto, aunque Tommy Lee Jones tenga una presencia poderosa. Nos tenemos que ir a 1997 con dirección de Barry Sonnenfeld para entregar una comedia de ciencia ficción llena de risas, y eso es sobre todo gracias a sus dos protagonistas, el agente K (Lee Jones) y el agente J, quienes además entablan una relación de aprendizaje: K debe enseñar a un recién llegado J cómo funcionan los MIB y, de paso, lograr evitar la destrucción de la Tierra. Como era de esperar, J es el veterano, con métodos más tranquilos y serios, y J es el novato, ansioso por entrar en acción y amante de la comedia, los chistes y las frases demoledoras. Tuvo dos secuelas con los mismos actores pero desigual resultado y una cuarta llamada Men In Black: Internacional en los que no repetía ninguno y que tuvo muy mala acogida.
- Shrek
La famosa saga de Dreamworks empezó en 2001 con la dirección de Andrew Adamson y Vicky Jenson. ¿Quién no recuerda al malhumorado y negativo ogro Shrek y al deslenguado y siempre dispuesto a sonreír Asno? No hace falta decir mucho más salvo que el contraste entre los dos, acompañado de un fabuloso doblaje al castellano con Juan Muñoz y José Mota (de los pocos casos en los que famosos doblando da buen resultado), hizo que las risas fueran constantes. Tuvo tres secuelas y se prepara una quinta entrega.
- Toy Story
Si mencionamos Dreamworks hay que mencionar también a Pixar, y aquí los personajes son evidentes: Woody y Buzz Lightyear (Óscar Barberán y José Luis Gil en español), que no podrían ser más distintos. El vaquero quiere la atención de Andy, el dueño, y el guardián espacial reparar su nave y volver a “casa”. Tendrán que trabajar juntos para volver al cuarto de Andy antes de que finalice la mudanza y le pierdan. Exitazo de crítica y público que tiene tres secuelas y se prepara ya la quinta entrega.
- Jungla de cristal: La venganza y La Jungla 4.0
La saga entera de La jungla de cristal, iniciada en 1998 con John McTiernan, tenía a Bruce Willis como estrella de la función interpretando a John McClane, pero esto cambió en la tercera parte, Jungla de cristal: La venganza, añadiéndole a Samuel L. Jackson como Zeus (sí, Zeus, no Jesús, genial chiste del filme) y en la cuarta, La Jungla 4.0, con Justin Long interpretando a Matthew ‘Matt’ Farrell. En ambas funcionan como un reloj los acompañantes, aunque es en la cuarta donde más se nota ya que enfrenta a un policía analógico y de métodos a la antigua usanza con un chaval friki informático, sin apenas valor y sin armas, pero muy útil al tratarse de luchar contra piratas informáticos.
- Cadena perpetua
El magno drama carcelario de Frank Darabont esconde, pero sin mucho disimulo, una preciosa historia de dos compañeros, en este caso de prisión: Andy Dufresne (Tim Robbins) y Ellis Boyd ‘Red’ (Morgan Freeman). Andy, un joven banquero, culto y condenado injustamente; Red, no tan joven, con educación pero sin gran cultura, y condenado justamente. Entre los dos se entabla una relación de amistad muy profunda que lleva al segundo a no perder la esperanza y a reconocer la belleza de las cosas.
- Zootrópolis
La película de Rich Moore y Byron Howard de la factoría Disney es un perfecto ejemplo de camaradería: Judy Hopps (voz de Paula Ribó), primera coneja del cuerpo de policía local, con ayuda de Nick Wilde (David Robles), zorro de mala vida, cuenta con tan sólo 48 horas para resolver la desaparición de una nutria, hecho relacionado con otros casos similares. Ella, cumplidora y decidida a hacer cumplir la ley. Él, zorro en todos los sentidos, le encantan los timos y dar un “rodeo” a la ley. Ambos deben solucionar un caso policial muy importante. Tuvo un gran éxito y se prepara la secuela.
- Dos buenos tipos
Esta es una genial comedia de Shane Black, protagonizada por Ryan Gosling y Russell Crowe. Una hilarante comedia de acción, muy bruta y alocada, que desafía los encasillamientos. El malogrado detective privado Holland March (Ryan Gosling) y el matón a sueldo Jackson Healy (Russell Crowe) no tienen nada en común, hasta que se ven inmersos en la misteriosa desaparición de la persona que ambos están siguiendo y se convierten en el blanco de unos entrenados asesinos. Su investigación además les lleva a una multimillonaria conspiración. Healy y March tendrán que utilizar todos sus recursos – legales o no – para salvarse y asegurarse de que la verdad salga a la luz.
- Hora punta
Brett Ratner juntó en 1998 a dos grandes de la comedia: Jackie Chan y Chris Tucker. La hija del cónsul chino en Estados Unidos es secuestrada por unos desaprensivos. Desean así vengarse del duro golpe que el cónsul propinó al narcotráfico cuando vivía en Hong Kong, tiempo atrás. El FBI se ocupa del caso, pero el cónsul manda llamar a Lee, su mejor amigo (Jackie Chan), para que eche una mano. Como los detectives americanos creen que va a ser un estorbo, deciden ponerle como «niñera» a James Carter (Chris Tucker), un policía deslenguado y desvergonzado que siempre se mete en líos. Lee y Carter acaban conformando una pareja explosiva.
Aquí tenemos la mejor descripción posible, la de Brett Ratner, sobre sus protagonistas, y no necesita más: “Chris Tucker es un maestro del diálogo cómico mientras que Jackie Chan es un maestro de la comedia física. Son un matrimonio perfecto«. Y tanto que fue perfecto, tuvo dos secuelas que iban a más.
- Arma fatal
¿Antes hemos dicho Michael Bay? Pues si el rey de la acción sabe rodar eso miso como nadie, aquí la clave es reírse de esa acción desmedida pero sumarle comedia a base de todo. Edgar Wright dirigió en 2007 a un reparto de lujo encabezado por Simon Pegg y Nick Frost para interpretar a Nicholas Angel y Danny Futterman respectivamente. El primero, un superpolicía londinense, de los que disparan a dos manos y saltan sobre el capó de los coches en marcha, es enviado a un pueblecito de la campiña inglesa que, en realidad, no es tan tranquilo como parece.
Lectores, prepárense para ver una sátira maravillosa de varios géneros: acción, drama, thriller… casi no hay género que se les resista y que sucumba al arrollador paso del trío formado por Wright, Pegg y Frost, dispuestos a reírse de absolutamente todo pero siempre con buen gusto. Y mira que es difícil no centrarse en nada y salir airosos, pero se logra gracias a un guion inteligente y unas actuaciones sencillamente tronchantes. Es parte de una saga llamada ‘trilogía Cornetto’, que también tiene la muy divertida Zombies Party y Bienvenidos al fin del mundo, aunque las historias son distintas.