Ahora que el calendario litúrgico anuncia la Semana Santa y el cine sobre la Pasión ocupará las emisiones televisivas, es momento de adentrarse en algunas curiosidades, 33, sobre la figura de Jesús y algunos de sus contemporáneos en aquellos últimos días, con su muerte y resurrección.
- La vida de Jesús fue uno de los temas más recogidos durante los primeros años del cinematógrafo, una vez se intuyeron las posibilidades del nuevo medio más allá de la atracción en barracas de feria y las escenas cómicas o cotidianas. Se buscaba en las historias religiosas una garantía de intelectualidad que diera lustre a la baza divulgativa del nuevo artilugio.
- Se tiene constancia de una filmación de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús realizada en 1897, en la localidad austríaca de Horitz, que sus habitantes llevaban representando durante más de un siglo. Sin embargo, la consideración de este tipo de filmaciones es más tradicional que cinematográfica.
- Algunos pioneros también pusieron sus ojos en Jesús: Georges Hatot y Louis Lumière (“La vie et la passion de Jésus-Christ”, 1898), Georges Méliès (que encarnó él mismo al Hijo de Dios en “Le Christ Marchant sur les flots”, 1899) o Ferdinand Zecca y Lucien Nonguet (1902-1904). También se dieron ejemplos fuera de Francia, en Italia y Estados Unidos (como, por ejemplo, David W. Griffith en uno de los episodios de “Intolerancia”, 1916).
- La polémica siempre ha acompañado esta comunión entre Jesús y la interpretación. Los antecedentes se remontan al teatro. Además de por los posibles enfoques y sensibilidades religiosas –especialmente en los Estados Unidos–, también por la mera idea de que un actor pudiera lucrarse económicamente encarnando a Jesús.
- Tal fue el creciente número de versiones sobre los últimos días de la vida de Jesús que el Vaticano se vio forzado a intervenir. El Papa León XIII sugirió a los productores que evitaran, en lo sucesivo, fijarse en el tema. La petición papal no fue escuchada.
- Muchas de aquellas primeras filmaciones eran poco más que versiones en movimiento de los cuadros más famosos sobre el tema. Hasta que las bases narrativas se hubieron afianzado, primaba la imagen sobre un mensaje religioso más potente.
- Cecil B. DeMille, uno de los grandes cineastas, realizó la versión más famosa sobre la vida de Jesús en el período silente, poco antes de la llegada del sonoro, con “El Rey de reyes” (1927), donde H. B. Warner ostentaba el papel protagonista. La escena de la resurrección utiliza el Technicolor, frente al resto de la película, en blanco y negro. DeMille, católico convencido, dedicó gran parte de su carrera a honrar su fe y la planteó como una ofrenda a Dios.
- Béla Lugosi, el actor húngaro que se convirtió en mito gracias a su interpretación de Drácula en numerosos títulos de la Universal, así como también otros tantos papeles dentro del cine de terror, había interpretado a Jesús en el teatro.
- “La túnica sagrada” (1953), primera película estrenada en CinemaScope –aunque la primera en ser rodada fue “Cómo casarse con un millonario”, también de la Fox–, hablaba del efecto místico que tenía la túnica de Jesús en Marcelo Galio (Richard Burton), el tribuno romano que la ganó en el juego, al pie de la cruz. Jesús no mostraba su rostro. El director Henry Koster escogió para el papel a su segundo asistente, Donald C. Klune. Cameron Mitchell fue el actor que le puso la voz.
- Otro Jesús sin rostro, pero con una fuerza difícilmente igualable, fue el de “Ben-Hur” (1959), de William Wyler. Al impacto en pantalla contribuyeron decisivamente la composición de los planos, la música y la reacción de cuantos con él se cruzaban. La película más laureada de la historia de los Oscar, con once estatuillas –logro compartido, pero del que fue pionera–, tuvo en Claude Heater a su Jesús idóneo.
- “Marcelino, pan y vino” (1955), de Ladislao Vajda, fue uno de los grandes éxitos del cine español. Cuenta la historia de un niño huérfano, acogido en un convento franciscano, que entabla relación con un Cristo crucificado que se encuentra en el desván. Pablito Calvo (doblado por Matilde Vilariño) fue Marcelino, mientras que la voz de Dios correspondió a José María Ovies.
- Otras películas españolas que recogieron esas fechas ahora rememoradas fueron “El beso de Judas” (1953), de Rafael Gil, con Gabriel Alcover como Jesús, y “Milagro a los cobardes” (1961), de Manuel Mur Oti, con un curioso argumento sobre un grupo de beneficiados por Jesús que pretende salvarlo de la crucifixión, antes de que las dudas de fe hagan acto de presencia.
- Luis Buñuel ha tenido la religión muy presente en su filmografía, pero no por profesar la fe, precisamente. Su postura siempre ha sido crítica, combativa, como ateo recalcitrante. Para ello se ha valido, en ocasiones, de la imaginería cristiana, como, por ejemplo, en esa recreación irreverente de la Última Cena en “Viridiana” (1961).
- “Rey de reyes” (1961), dirigida por Nicholas Ray, fue protagonizada por Jeffrey Hunter, quien, a pesar de su aspecto juvenil, tenía 33 años en el momento de la filmación, precisamente la edad de Jesús cuando fue crucificado.
- En “Rey de reyes”, parte de cuyo rodaje transcurrió en España, se dan cita algunos actores patrios: Carmen Sevilla (María Magdalena), Luis Prendes (Dimas), Rafael Luis Calvo (Simón el cirineo), Félix de Pomés (José de Arimatea) o Paul Naschy (consejero de Herodes), entre un largo etcétera.
- Barrabás, el delincuente a quien el pueblo judío decidió liberar, dejando a Jesús en manos de la justicia romana, fue interpretado por Anthony Quinn, en la película del mismo título, dirigida por Richard Fleischer en 1961. La escena de la crucifixión se rodó durante un auténtico eclipse de sol, el 15 de febrero de ese año, por expreso deseo del productor, Dino de Laurentiis.
- “El evangelio según San Mateo” (1964), de Pier Paolo Pasolini, es una visión neorrealista y fiel al primer libro del Nuevo Testamento, desde su nacimiento hasta su muerte. Enrique Irazoqui (con la voz de Enrico Maria Salerno) interpretó el personaje protagonista. El periódico vaticano “L’Osservatore Romano” lo definió en 2015 como la mejor película sobre la vida de Jesús.
- Hollywood volvió a poner el foco en la figura de Jesús en “La historia más grande jamás contada”, dirigida por George Stevens y estrenada en 1965. Fue concebida como la obra definitiva sobre el tema. Multitud de estrellas del firmamento cinematográfico quisieron formar parte de esta epopeya –“Me llamaban ellos mismos, no sus agentes.”, recordaba Stevens–, por intuir que sería una pieza ejemplar y perdurable. Se equivocaron. [Las siguientes siete anécdotas tratan también sobre el mismo título].
- Max von Sydow debutó en el cine norteamericano con esta película, después de un prestigio logrado al lado de Ingmar Bergman. Se buscaba un rostro poco familiar para el público, para que no fuera asociado con papeles anteriores y así poder dotarlo de un aura de misterio y divinidad.
- La imagen de Jesús fue salvaguardada cuanto fue posible: no se permitió tomar fotografías del actor caracterizado, ni entrevistarlo, hasta después del estreno de la película.
- La mera presencia de Max von Sydow inspiraba respeto entre los miembros del equipo, que evitaban el lenguaje grosero cuando lo veían aparecer. Según el propio actor, se esperaba de él una conducta ejemplar: ni podía fumar, ni beber, ni mostrarse afectuoso con su esposa en las pausas del rodaje.
- La contraposición entre la persona y el personaje es una de las circunstancias de la interpretación que más animan, muchas veces, a la elección de papeles y a la reflexión de la base misma del oficio. Aquí, sin ir más lejos, también se produjo: Max von Sydow era ateo.
- Charlton Heston interpretó a Juan el Bautista en esta película y a Dios en “Casi un ángel” (1990). La lista de personajes épicos o históricos del actor es inmensa, pero está claro que, en sus acercamientos a lo divino, se situaba en el lado bueno.
- A propósito de la escena del bautismo, Charlton Heston escribió en sus diarios que, si el río Jordán hubiera estado tan frío como las gélidas aguas del lago Pirámide, en Nevada, donde tuvo lugar el rodaje, el cristianismo nunca se habría iniciado.
- “La historia más grande jamás contada” fue un proyecto que se demoró durante varios años. Estuvo plagado de inconvenientes de todo tipo –incluidas insólitas y abundantes nevadas en Arizona, emplazamiento inicial del rodaje, que estuvieron a punto de arruinar los decorados– y no resultó el éxito en taquilla que se preveía, sino más bien un rotundo fracaso.
- Fraser C. Heston, hijo de Charlton, fue el bebé Moisés salvado de las aguas en “Los Diez Mandamientos” (1956). Ya convertido en director, durante el rodaje de “La tienda” (1993) –adaptación de la novela de Stephen King–, protagonizada por Max von Sydow, se produjo una curiosidad que Ed Harris señaló a su compañera de reparto, Amanda Plummer: “Ahí tienes a Moisés diciendo a Jesús cómo interpretar al Diablo.”.
- El musical “Jesucristo Superstar” (1973), de Norman Jewison, estaba basado en la ópera-rock del mismo título, que había triunfado en los escenarios. Presentaba una visión anacrónica y, por momentos, aligerada en cuanto a la dimensión divina de Jesús (Ted Neeley), mostrando la relación con Judas Iscariote (Carl Anderson) y María Magdalena (Yvonne Elliman) desde un punto de vista más humano. En 1975 tuvo lugar el estreno teatral en Madrid, con Camilo Sesto, Teddy Bautista y Ángela Carrasco en los papeles principales, que obtuvo un éxito colosal.
- Franco Zeffirelli dirigió en 1977 “Jesús de Nazaret”, una superproducción televisiva plagada de estrellas que, en algunos países –como España–, fue exhibida en las salas comerciales. El británico Robert Powell logró una identificación asombrosa con Jesús.
- Robert Powell declaró en una entrevista que, si bien no era creyente, sí tuvo lo que podría describirse como una experiencia religiosa al rodar las escenas del Sermón de la Montaña ante una multitud de extras completamente entregados a su interpretación, que fue aplaudida una vez se detuvieron las cámaras.
- Willem Dafoe puso sus rasgos al servicio de Jesús en “La última tentación de Cristo” (1988), polémica película dirigida por Martin Scorsese. El italoamericano, católico practicante, se defendió alegando que el objetivo era acercar la iconografía al público del momento, siendo especialmente una película destinada a la gente sin una religión definida. En cualquier caso, multitud de asociaciones y la Iglesia misma se mostraron contrarias.
- Robert De Niro, actor fetiche de Scorsese, rechazó el papel principal. “Interpretar a Jesús es como interpretar a Hamlet. Es como si todo el mundo ya lo hubiese hecho antes.”. Además, no daba el perfil. No obstante, sí ha intervenido en papeles religiosos –“Confesiones verdaderas” (1981), “La misión” (1986), “Nunca fuimos ángeles” (1989), “Sleepers” (1996)– y hasta interpretó a Lucifer en “El corazón del ángel” (1987).
- Mel Gibson estrenó en 2004 “La Pasión de Cristo”, destacada por su realismo. Fue rodada en arameo y en latín clásico. Cada mañana, antes de iniciar la jornada, el sacerdote canadiense Stephen Somerville oficiaba una misa para el equipo.
- James Caviezel, el protagonista, que también contaba 33 años, fue herido varias veces: se lesionó portando la cruz y hasta recibió accidentalmente dos latigazos. Pasado el tiempo, él mismo le restó importancia, por lo irrisorio del dolor en comparación con lo que tuvo que vivir Jesús en la realidad. Con todo, la situación más insólita la vivió cuando fue alcanzado por un rayo y estuvo clínicamente muerto durante unos minutos.